Dos grúas retiran el autobús siniestrado en Oropesa (Castellón). EFE-Manuel Bruque-Archivo
La Audiencia de Castellón ha confirmado el fallo que absuelve de los delitos de homicidio por imprudencia a los dos acusados -el responsable de la empresa y el jefe de mantenimiento- en la causa abierta por el accidente de tráfico sufrido por un autocar en Oropesa en 2008 que dejó ocho muertos.
Los hechos ocurrieron el 17 de agosto de 2008 sobre las 18.15 horas, cuando un autobús de Autocares Meroño que circulaba por la AP-7 en sentido a la Junquera -mientras cubrÃa la ruta Nador (Marruecos)-Barcelona- sufrió un reventón en una rueda delantera, lo que le hizo cambiar bruscamente de trayectoria y chocar contra un turismo que circulaba por el carril de adelantamiento.
El turismo cruzó la mediana, chocó levemente y quedó parado en el carril contrario. El autobús irrumpió en el carril contrario y acabó chocando contra un talud y árbol existentes y salieron despedidas de su interior varias personas.
Como consecuencia del accidente murieron el conductor del autobús y otras siete personas que viajaban en el mismo, y más de 40 resultaron heridas de diversa consideración.
Según la sentencia de un juzgado de Castelló que ahora ratifica la Audiencia, adelantada por el diario Mediterráneo y a la que ha tenido acceso EFE, el autocar habÃa pasado la revisión de la ITV de manera favorable y no ha quedado acreditado que los neumáticos estuvieran en mal estado ni que la empresa no hubiera cumplido con las medidas adecuadas de conservación y mantenimiento del vehÃculo.
Uno de los acusados, el administrador de la empresa del autobús, explicó en el juicio que el conductor era un profesional correcto y que no dio crédito cuando supo que habÃa reventado un neumático. Explicó además que los vehÃculos se revisaban mensualmente y se compraban neumáticos de primera calidad.
El otro acusado, el jefe de mantenimiento de la empresa, relató que tenÃan "la mejor flota de Cartagena", que el autobús siniestrado se revisaba por él personalmente y que la última revisión se llevó a cabo unos dÃas antes y se le cambió la caja de cambios porque "rascaba". Tras el accidente vio los neumáticos y explicó que "nunca habÃa visto algo asÃ".
También aseguró que el conductor debió notar algo porque "lo notaron los pasajeros" y "debió haber parado y llamado" para su revisión.
Los peritos concluyeron que la causa del accidente fue el reventón del neumático y que lo dos neumáticos delanteros "estaban desgastados" y presentaban "un elevado desgaste externo por un paralelismo incorrecto, por la convergencia de las ruedas".
Los peritos de la Guardia Civil vieron también que el neumático que explotó "estaba muy desgastado y de ahà concluyeron que habÃa un mal mantenimiento".
En este supuesto se trató de determinar si los acusados infringieron su responsabilidad de conservar y mantener los autocares en condiciones adecuadas para un transporte seguro y, de ser asÃ, sà existÃa causalidad entre dicho proceder y el accidente.
Con las pruebas practicadas, el juzgado concluÃa que la empresa seguÃa una polÃtica que "extremaba la seguridad, no escatimando en este gasto, pues los neumáticos se cambiaban antes de cumplir su vida útil". Y en cuanto al autobús siniestrado, se reflejaba "un mantenimiento adecuado" del mismo.
Los peritos coinciden que la causa fue el reventón de la rueda delantera pero "discrepan en cuanto a las causas" que lo provocaron teniendo en cuenta el desgaste "anormal" de los neumáticos delanteros.
Un desgaste que se produjo por esa mala alineación de los mismos, lo que implica "un fallo mecánico y no una falta de mantenimiento". Además, "no se ha contado con prueba alguna que determinara que los neumáticos se encontraran mal antes del siniestro".
Por tanto "no queda acreditado que el accidente se debiera a la falta de adopción, por parte de los acusados, de las medidas adecuadas de conservación y mantenimiento del autobús".
El Juzgado de lo Penal número 2 procedió a absolver a los dos acusados asà como a la empresa como responsable civil subsidiaria, una decisión que fue recurrida pero la Audiencia Provincial de Castellón la ha confirmado, ratificando la absolución.
