Acuerdo plenario resignificación Cruz Ribalta. -EPDA La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, insta al gobierno de la alcaldesa socialista Amparo Marco a conservar en las mejores condiciones el parque Ribalta declarado Bien de Interés Cultural (BIC), "la prioridad era hacer desaparecer la cruzs prisas era solo para hacer desaparecer la cruz", lamenta.
Y añade: "El lugar que ocupaba el monumento de homenaje a todas las víctimas de la violencia, hoy desaparecido por el sectarismo ideológico del gobierno municipal de PSOE, Compromís y Podemos que se gastó 80.000 euros para eliminarlo, sin respetar siquiera el acuerdo plenario por el que en 1979 se resignificó la cruz y el conjunto arquitectónico, es un espacio arrasado donde no se está trabajando, lo que demuestra que las prisas del gobierno municipal eran para hacer desaparecer la cruz, sin embrago, no hay tanto prisa ya en adecentar la zona".
Cabe recordar que este pulmón verde de la ciudad que es el parque Ribalta está declarado Bien de Interés Cultural y, por tanto, es patrimonio de todos los castellonenses, "hay que ponerlo en valor y se necesita que esté cuidado durante todo el año, que se mantenga en perfecto estado de conservación, es lo que reivindicamos al gobierno municipal ante las críticas de muchos castellonenses que lamentan que las prisas del gobierno son solo para determinadas cosas, especialmente para satisfacer sus intereses partidistas, cuando a los castellonenses tienen necesidades urgentes sin atender", añade Carrasco.
La portavoz Popular mantiene que la eliminación de la cruz del Ribalta, el pasado 4 de enero, "en una jornada absolutamente bochornosa y triste para nuestra ciudad, puesto que solo ha servido para reabrir viejas heridas y enfrentar a los castellonenses", solo responde a una decisión política de la alcaldesa Amparo Marco, quien precisamente no estuvo presente aquel día "para no dar la cara". "Y es una decisión meramente política de la máxima autoridad municipal porque la cruz de Vila-real también tuvo su origen en las víctimas de la guerra y fue resignificada, como la de Castellón, por lo que no será retirada", ha subrayado.
"Desde el Partido Popular queremos construir el Castellón de todas las personas y porque el gobierno municipal se centre en resolver los problemas reales que tienen los castellonenses con una crisis que ha encarecido el precio de la vida. Por eso, los cerca de 80.000 euros que ha costado la retirada de la cruz hubieran sido más provechosos para ayudar a las familias allegar a fin de mes", ha concluido.
