El diestro Daniel Luque a hombros tras la segunda corrida de toros de la Feria de la Magdalena, en la que ha compartido cartel con Diego Urdiales y El Fandi, con toros de la ganaderÃa sevillana de Manuel y Antonio Tornay, este lunes en Castellón. EFE-Domenech Castelló
Daniel Luque ofreció este lunes en Castelló una gran dimensión que le valió para salir a hombros en la segunda de la feria de la Magdalena -cortó una oreja de cada toro de su lote- en una tarde en la que también caló la pureza del toreo de Diego Urdiales.
Fue el torero de Arnedo el que, precisamente, descorchó la función con una importante faena al incómodo y áspero primer toro de corrida. La colocación, el temple, el valor y la sinceridad de Urdiales obró el milagro. La gran estocada final valÃa por sà sola la oreja que acabó cortando.
El cuarto fue todavÃa más deslucido, un toro descastado y parado al que Urdiales sacó lo poco que tenÃa dentro en una faena que no llegó a tomar vuelo.
Luque fue el que se llevó el gato al agua. Está en un momento de dulce y ve toro por todos lados. Eso hizo que ya lograra sacar oro de su primero, un toro manso y a la defensiva al que el sevillano fue haciendo poco a poco hasta lograr pasajes extraordinarios sobre ambas manos, amén de un fin de obra en la corta distancia también de nota alta. Cortó una oreja.
Y otro trofeo más lograrÃa Luque del sexto, otro toro muy deslucido por su absoluta falta de raza y al que metió nuevamente en el canasto gracias a su poderosa técnica. Buena tarde la de Luque en Castelló, de torero en sazón y de sobresaliente capacidad.
Las dos faenas del Fandi estuvieron cortadas por el mismo patrón: vistoso con el capote, poderoso con las banderillas y sin opción alguna en el último tercio ante sendos animales que se desfondaron enseguida.
Cerró la tarde el becerrista salmantino Marco Pérez, que, en clase práctica, se las vio con un eral de Talavante manso y rajado que no le dio la más mÃnima posibilidad de lucimiento.
Diego Urdiales, oreja y silencio tras aviso.
David Fandila "El Fandi", ovación y ovación.
Daniel Luque, oreja y oreja.
EL becerrista Marco Pérez, ovación.
La plaza registró menos de media entrada.
