Devoción y emotividad en la procesión de la Divina Pastora de Jérica

La normalidad parece que vuelve poco a poco a los pueblos de la comarca del Palancia.

Así se ha podido comprobar esta misma tarde en Jérica, que tras un año sin apenas actividades festivas, hoy ha recuperado la tradicional procesión de la imagen de la Divina Pastora, que ha recorrido las calles de costumbre con las medidas preventivas establecidas por las autoridades sanitarias.

Aunque en el programa de festejos ya se contemplaba la celebración de la citada procesión, hasta última hora no se contaba con la confirmación que a media día de ayer obtuvo el ayuntamiento de la Subdelegación del Gobierno. Por parte de la parroquia que no se había recibido autorización para llevarla a cabo y consecuentemente si no se recibía confirmación a lo largo del día ayer la procesión quedaría suspendida y el rosario se realizaría en la parroquia. Finalmente se ha podido resolver el trámite positivamente y la virgen ha salido a la calle.

La presencia de la imagen entre la población ha provocado muestras de emotividad por parte del público que, con la separación debida, se alineaba por la calle del Rey Don Jaime. Alguna lágrima y devoción desde la calle hasta balcones y ventanas que en buen número lucían los carteles de la virgen.

Entre las autoridades se encontraban las reinas del 2019, representantes municipales con los miembros de la corporación encabezados por el alcalde de Jérica, Jorge Peiró.

Y cerrando la comitiva, la Banda de la Sociedad Musical Otobesa de Jérica compitiendo en cuanto a sonido con los volteos de las campanas de la singular torre mudéjar que el pasado viernes ya sonaron de las manos de los campaneros de Jérica por el tradicional 'vole' aunque desgraciadamente no se acompañó con la no menos tradicional 'bacala' que tendrá que esperar al invierno .

Pero hoy, el día ha sido completo de fiesta en Jérica.