Zucaina es una pequeña localidad del Alto Mijares que con menos de
200 habitantes estables en invierno ve multiplicada por tres su población
llegado el verano. Un verano, el presente, que "se disfruta sin la cobertura
sanitaria que teníamos hace tres años, la que garantizaba la asistencia de un
médico y una enferma que ahora solo prestan consulta dos horas a la semana".
El relato lo narra la alcaldesa de Zucaina, Ana Julián, quien
señala que en caso de emergencia sanitaria "los problemas se multiplican".
Explica que el cierre del CICU (Centro de Coordinación e Información de
Urgencias) ha supuesto un castigo para una localidad que goza del privilegio
del interior de Castellón. "Es evidente que los tiempos son vitales en caso de
urgencia. Y en Zucaina hemos vivido la situación dramática de tener que atender
un ictus, avisar para recibir asistencia, y recibirla pasadas dos horas. Es
intolerable", señala.
Julián advierte que "con una población que en verano se multiplica
por tres, e incluso hay días que por mucho más, lo que no podemos es permitir
que se pierda cobertura médica. Pero lamentablemente es lo que ocurre". "El
médico que con carácter suplente atiende a nuestra población presta servicio a
tres localidades". "Y nos preguntamos dónde están los refuerzos que otras zonas
sí disfrutan". Porque "hacerse fotos en los pueblos y decir que se lucha contra
la despoblación de poco sirve si luego, la realidad, es tan cruda como la que
padece Zucaina".
El municipio sufre recortes en asistencia médica desde que se
inició la pandemia. "Lo primero es mi pueblo", señala Julián. Y por ello "vamos
a seguir reclamando la asistencia médica inmediata que merecen mis vecinos y la
cobertura sanitaria periódica que llevamos reclamando desde hace meses".
"Porque no solo nos han recortado horas de asistencia, también días", ha
lamentado la alcaldesa.
Y esta circunstancia "es muy lesiva para nuestro pueblo, porque la
asistencia sanitaria más próxima se encuentra a media hora en coche, en
Villahermosa del Río o Lucena del Cid, por unas carreteras que no son
autovías". Y "no quiero que mis vecinos corran riesgos por carretera, porque en
su mayor parte son ancianos, porque quienes deberían garantizar servicios no
los prestan". "La solución no pasa por trasladarse a una población vecina. La
solución radica en garantizar los recursos oportunos y las plantillas
suficientes para asegurar que mis vecinos están atendidos como merecen", tal y
como ha considerado.