For Men S.A., sociedad que compró la unidad productiva de la empresa textil Marie Claire, ha resuelto el contrato de compra de la unidad productiva de esta firma ante el mantenimiento del embargo judicial de las cuentas corrientes por impago de la adquisición, y ha anunciado un despido colectivo de toda la plantilla.
La empresa ha comunicado a los representantes de los trabajadores que ha procedido a resolver el contrato de adquisición, que fue formalizado en agosto de 2024, "ante el mantenimiento del embargo de las cuentas corrientes a petición del administrador concursal de Marie Claire, S.A.U.".
Como consecuencia de lo anterior, explica la empresa, "nos vemos obligados a tramitar un despido colectivo que afectará a la totalidad de la plantilla", según han informado fuentes de UGT.
La empresa insta a los representantes de los trabajadores a proceder a la constitución de la comisión de negociación de los despidos.
Marie Claire, la histórica firma considerada uno de los motores económicos de la comarca de Els Ports, llegó a tener 900 trabajadores, pero fue acumulando dificultades económicas y despidos hasta que en 2023 entró en un proceso de concurso de acreedores.
Fue entonces cuando 180 trabajadores perdieron definitivamente su trabajo y cerca de 80 personas se vieron afectadas por un ERTE.
El pasado 2 de agosto de 2024 el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón autorizó la venta de la unidad productiva de Marie Claire por un precio de 250.000 euros a la oferta presentada en nombre de For Men SA, con el compromiso de continuar con la actividad empresarial de la firma de lencería durante el menos tres años.
Sin embargo, la que había sido una esperanza para las casi 80 personas afectadas por la situación se complicó ante los impagos e incumplimiento de plazos por parte de For Men y el juzgado acordó, con fecha de 18 de diciembre, el embargo cautelar de los bienes y derechos de la unidad productiva de la empresa textil Marie Claire, y de los saldos de las cuentas bancarias y acciones de la mercantil For Men y su administrador, por impago de la compra.
Los trabajadores habían convocado una concentración de protesta este miércoles 19 de febrero por la situación que arrastra la plantilla y para denunciar que ya no se fían del nuevo comprador, el empresario Ángel Pío, y reconocían que "lo mejor que podría pasar sería el cierre definitivo".
La plantilla se encontraba en una situación de "enfado y descontento" tras el desgaste sufrido por los impagos y el incumplimiento continuado de los compromisos adquiridos por la empresa.
Y manifestaban que "es incomprensible que, después del esfuerzo humano y del compromiso demostrado por nuestras compañeras y compañeros, se ignore con tal desprecio su dedicación y sacrificio por el propietario Ángel Pío Sánchez", han señalado.