El psiquiatra que atendió al menor que estuvo hospitalizado en Castellón por un uso abusivo del videojuego Fortnite ha explicado hoy que el paciente llegó a estar conectado a las pantallas 20 horas diarias y ha recomendado a los padres limitar el tiempo que pasan los menores con estos dispositivos y que los más pequeños "no tengan contacto con ellos por una cuestión de desarrollo.
Asà lo ha explicado hoy a EFE el doctor, MatÃas Real, psiquiatra responsable del programa de atención mental infanto-juvenil del Hospital Provincial de Castellón y miembro del equipo que atendió al menor afectado por esta adicción.
Real ha indicado que no habÃa ningún caso publicado en la literatura cientÃfica que hubiese necesitado ingreso hospitalario para desintoxicarse del uso de un videojuego.
Este caso, ha agregado, es un adolescente que progresivamente habÃa ido aumentando el tiempo de juego y abandonando progresivamente actividades de su vida diaria, desde las relaciones sociales y el tiempo con los amigos, hasta aspectos de higiene personal (ducharse o cambiarse de ropa) o incluso los hábitos de la alimentación -no salir a comer o cenar con los miembros de la familia-.
Esta actitud, ha explicado el médico, llevaba aparejada "un malestar emocional intenso" para evitar enfrentarse a la realidad, aumentando todavÃa más el tiempo de juego.
"Cuando el problema era muy grande llegaba a jugar 18 ó 20 horas con dedicación exclusiva", ha señalado MatÃas Real, quien ha añadido que cuando se empezó a limitar la actividad, aunque no se conseguÃa solucionar el problema, iba mejorando pero "todo el tiempo que estaba en casa tenÃa que dedicarlo a las pantallas".
En los momentos más complicados, ha indicado el doctor, "él no era consciente de los problemas que le generaba. Luego sà fue consciente, pero no venÃa la relación entre estar tanto tiempo jugando y el abandono de las otras cosas".
El equipo médico decidió entonces hacer una intervención "como si se tratase de una adicción a una sustancia quÃmica" y para ello se programó un ingreso que actuase de desintoxicación de la sustancia, en este caso, las pantallas.
Real ha explicado que un ingreso de estas caracterÃsticas permite, durante las primeras semanas, "hacer un aislamiento del entorno, incluyendo la conducta-problema -en este caso el juego- y nos permite, después de los primeros dÃas en los que aumenta el malestar, ir disminuyendo el tiempo de juego, lo que permite un análisis detallado con el paciente".
Se "una reincorporación progresiva" después de las primeras semanas de mayor aislamiento para que fuese retomando el contacto con su familia y su entorno hasta conseguir que pudiera volver a su casa y a la habitación donde pasaba muchas horas, sintiéndose acompañado y seguro y pudiendo regresar al hospital para poder contar y trabajar con él después de un alta a modo de seguimiento.
Este seguimiento continuó durante unos 8 meses y finalmente se le dio de alta definitiva para que siguiera con su vida en su entorno educativo, dejando el tratamiento terapéutico y retomando un uso normalizado de las pantallas, con limitaciones horarias y condiciones.
MatÃas Real ha asegurado que los adultos deberÃan supervisar el uso de estos dispositivos por parte de los jóvenes, limitarlo a una duración concreta y después de haber hecho determinadas tareas o haber cumplido unas obligaciones". Y que no tengan acceso los niños muy pequeños por una cuestión de desarrollo, ha apostillado.
En este sentido ha explicado que más allá de horas concretas "hemos de fijarnos en si el tiempo de uso aumenta dejan de lado otras actividades o tareas básicas o complejas.