Álex Baena celebra uno de los dos goles que anotó. -EFEUn gran disparo de Coquelin desde fuera del área en el minuto 89 desatascó a un Villarreal espeso, que tuvo muchos problemas para sumar los puntos en el inicio de la fase de grupos de la Liga Conferencia, tras un encuentro de alternativas en el que el Lech Poznan plantó mucha más batalla de lo esperado.
El Villarreal empezó perdiendo, se adelantó con 3-1 al descanso, vio como le empataron en la segunda parte y solo aseguró los puntos cuando apenas quedaba tiempo para el final.
El partido dio comienzo con la sorpresa del 0-1, conseguido por Skoras al aprovechar un error defensivo de la zaga local a los dos minutos de juego, lo que provocó un escenario inesperado para un encuentro en el que se consideraba que la superioridad del conjunto local apenas admitía discusión.
No reaccionó el equipo de Unai Emery ante el equipo polaco, que se mostró muy ordenado en defensa y apenas concedió espacios para que su oponente, que no había entrado bien en el encuentro, se armara de cara a la meta rival.
Sin embargo, poco a poco despertó el Villarreal, que le tomó el pulso al encuentro con penetraciones sobre todo por la banda derecha, aunque el empate llegó en un centro desde la izquierda por cuenta del colombiano debutante Mojica que Chukwueze transformó en un magnífico tanto.
Era el minuto 31 y poco después, dos remates de Álex Baena habían cambiado un inicio dubitativo por una ventaja holgada de 3-1 cuando se llegaba al 40 de juego.
El Villarreal había sido capaz antes del descanso de enderezar el rumbo de un partido que había empezado de la peor manera y en el que con 2-1 se salvó del empate a dos en un remate de cabeza de Dagerstal al larguero (m.38).
La segunda parte comenzó como la primera: con gol del equipo polaco. Esta vez fue de penalti tras unas manos de Mandi, pero el gol no estuvo acompañado de una reacción del Villarreal sino de un nuevo tanto visitante en el minuto sesenta. Ishak hizo el empate tras un gran pase de Skoras.
El partido se había alejado del guion presumible más por el buen hacer del Lech Poznan que por las carencias del Villarreal, que aunque jugaba con los menos habituales, había llevado el mando del partido.
Fue necesario dar entrada a Parejo y Gerard Moreno para resolver el problema ante un rival que sin ser brillante, afrontó el encuentro sin ningún tipo de complejos desde el principio y también cuando perdía por 3-1.
Tras el empate, el Villarreal cobró una ligera ventaja en el control del juego, pero sin hacer daño ante la meta del Lech Poznan, que se defendía sin sufrir, aunque cada vez salía menos en dirección a la meta local.
Fue Coquelin quien dejó, de forma agónica, los puntos en casa en un partido de alternativas y en el que el Villarreal sufrió mucho más de lo esperado para sumar los tres primeros puntos de la competición.
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