Recuperar el patrimonio y garantizar su pervivencia para
generaciones futuras es el objetivo en el que se emplea la Villa de El Toro
desde el pasado mandato. Lo han hecho y lo hacen con su castillo, "una
fortificación que es historia de nuestra tierra y presente de nuestras vidas.
Queremos que también sea futuro".
Así lo ha defendido el alcalde de la población del Alto Palancia,
José Arenes, quien reconoce "la ilusión, el empeño y el trabajo que hemos
dedicado a este proyecto con el deseo de recuperar para nuestros hijos un
vestigio de nuestras vidas".
La actuación se ha nutrido con el apoyo económico del Consell y de
la Diputación Provincial de Castellón. "Más de 250.000 euros que han permitido
recuperar la historia de nuestro pueblo y que son un legado para quienes vienen
pisando fuerte. Nuestra identidad está ligada a nuestro patrimonio", señala
Arenes.
El castillo ha logrado recuperar sus cuatro lienzos, las almenas,
el acceso principal y la antigua iglesia del periodo de la Reconquista, en el
siglo XII, de acuerdo al plan director que ha guiado los trabajos en esta
fortificación. "Es una suerte poder ver que el esfuerzo obtiene recompensa y
que aquello que forma parte de nuestra historia vuelve a levantarse para
recordarnos cuáles fueron nuestros orígenes".
El proyecto que lidera José Arenes va mucho más allá. "Queremos
dotar de vida el castillo. Convertirlo en un espacio de actividad y cultura,
capaz de albergar eventos, y no hay evento mayor en El Toro que nuestra Feria
Internacional de la Trufa". "El reto es seguir peleando subvenciones y ayudas
que nos permitan dotar de cubierta la fortificación y poder celebrar en 2025 el
certamen bajo el cobijo de estos lienzos", ha señalado el primer edil.