Ya lo habían
avisado en los primeros programas de El Conquistador .Los
hermanos Daniel y Miguel disfrutan con lo extremo. Son expertos en espeleología
y barranquismo, así que dominan el uso de cuerdas. Y vaya si lo demostraron.
Atado Miguel a una gruesa maroma de más de 30 metros, entre manglares y todo un
laberinto de raíces, se movió con tal agilidad que a Daniel le bastó dirigir
sus pasos con la mirada para que juntos arrasaran en el desafío. Lejos de irse
eliminados, se quedan con más fuerza y motivación.
Mientras que
sus contrincantes, Guyo y Andrea, caminaban cómo podían para no perder el
equilibrio, los gemelos parecían correr por los pasillos de su propia casa.
Nada les frenaba. Se agachaban, saltaban al agua, volvían a subir y los metros
de cuerda encajaban sobre los hombros de Miguel de manera natural. Como si
ellos mismos, las hubieran enredado. Como si lo hubieran practicado a diario.
Superada la primera parte de la
prueba, no bajaron el ritmo
Comenzaron a
enrollar la cuerda sobre un grueso tronco a toda velocidad. Daniel bocabajo fue
pasando la maroma de manera ágil y cómoda. Guyo apenas había comenzado y Andrea
todavía tenía que enfrentarse a la segunda parte. Pero Julián y Raquel ya
gritaban aquello de: "Miguel y Daniel, ganadores del desafío. Seguís una semana
más en El Conquistador".
Los gemelos se
abrazaban y gritaban de alegría. Ya sabía Patxi Salinas que con su
nominación directa a ellos tras la prueba caníbal era tan sólo un deseo,
una manera de desgastarlos. Porque Miguel y Daniel no tienen ninguna intención
de abandonar la aventura. Al revés, con cada prueba se cargan de motivación
para seguir hasta el final. Queda mucha aventura para los hermanos amantes de
lo extremo. A ver hasta dónde llegan.