Mesa interpretativa. -EPDA El Ayuntamiento de Moncofa ya ha colocado la mesa interpretativa en el conjunto que recuperó en la excavación arqueológica del portal de Nules, en la que se recuperó la necrópolis árabe, y la restauración de la muralla. Se ha hecho con el objetivo de poner en valor la historia de Moncofa y habilitar otro punto de interés turístico en el municipio para atraer a visitantes, además de para dignificar el patrimonio del pueblo.
Hay que recordar que el equipo de Gobierno de Moncofa ya anunció hace unas semanas que había decidido aprovechar los trabajos de restauración que ha realizado recientemente en la antigua muralla del pueblo para ponerla en valor y potenciar el turismo en el casco urbano. Se trata de una infraestructura histórica junto a la que se encuentran la necrópolis árabe y el portal de Nules.
Wences Alós Valls, alcalde de Moncofa, ha explicado que "con este papel interpretativo junto a la muralla ofrecemos información relativa a esta zona de nuestro patrimonio histórico que hemos restaurado. Es una magnífica oportunidad para poner en valor lo mejor que tenemos, de lo que nos sentimos muy orgullosos y que queremos dar a conocer tanto a nuestros vecinos, como a todas las personas que nos visitan".
Hay que recordar que hace poco más de dos años que el Ayuntamiento de Moncofa impulsó la recuperación del tramo de la antigua muralla de la calle Trinidad. La iniciativa forma parte del trabajo del Consistorio por poner en valor todo el patrimonio histórico y cultural de Moncofa también como elemento dinamizador del municipio.
Coincidiendo con la restauración de la murallas se llevó a cabo una serie de excavaciones arqueológicas en las que salieron a relucir el portal medieval de la ciudad y la necrópolis musulmana. Tras recuperar los cuerpos enterrados, continuaron las labores de localización del portal que es posterior al primer muro y a la propia necrópolis.
En la actualidad, un tramo de la confluencia de las calles Trinidad, Sant Pasqual y Major ha sido adoquinado y en el firme se ha marcado con un adoquín más oscuro la citada torre. Además, para favorecer el conocimiento de la historia de la localidad, se ha colocado un panel informativo mostrará al público los datos de relevancia de estos hallazgos.
La villa de Moncofa tiene su origen en una alquería musulmana situada a unos dos kilómetros de la costa, en el camino que, tras la zona de marjal, comunicaba los núcleos habitados entre los términos de Xilxes y Nules. Esta alquería aparece ya mencionada en la Crónica del rey Jaume I; en ella se menciona que la rendición de los castillos de Uxó, Nules y Castro, en la Cuaresma de 1238, se realizó "cerca de la Rápita, que era denominada Mencofa en tiempos de los sarracenos".
El lugar estuvo poblado muy probablemente hasta el momento de la conquista cristiana de la zona, entre 1233 (conquista de Burriana) y 1238 (Valencia).
En cuanto a la necrópolis, hay que tener en cuenta que la calle Sant Pasqual corresponde al antiguo camino que llegaba desde Nules y, como era costumbre para los musulmanes, en la entrada a la alquería se encontraba la maqbara o cementerio.
En este lugar se hallaron, en 2022, enterramientos que formaban parte de esta necrópolis. Se pudieron documentar un total de 13 individuos, tanto masculinos como femeninos, en edades que abarcan desde la infancia a la edad senil.
El rito de enterramiento muestra cuerpos depositados sobre el costado derecho con el rostro orientado a La Meca y sin ajuar asociado, exceptuando algunos alfileres procedentes de las mortajas. Los restos óseos se han podido datar entre los siglos X y XI.
La muralla construida en el siglo XIV disponía de una entrada desde el camino de Nules (posiblemente tendría otra en el lado opuesto). En un inicio, esta consistía en una simple puerta con arco de piedra.
A comienzos del siglo XVI, la inseguridad provocada por la piratería llevó a los Centelles (señores de Nules) a mejorar el sistema de fortificación de Moncofa mediante la construcción de una imponente torre-portal adosada a la muralla, que protegía la entrada y sobre la que se podía montar guardia. Además, se amplió el recinto defensivo levantando barbacanas o antemurales, muros gruesos más bajos que la muralla que se situaban delante de esta y obligaban a los enemigos a rodear la puerta, controlando su acceso. La disposición de la torre y las barbacanas se ha marcado en el pavimento.
Por otra parte, el lienzo de la muralla de la calle Trinitat tiene una longitud de 12,9 metros, un grosor de 96 centímetros y una altura de 5,60 metros, aunque le faltan al menos dos metros más. La técnica constructiva es tapia de mampostería (encofrado de piedras y mortero) para el zócalo, y tapia calicostrada (tierra pisada en el interior y costra de cal en las caras externas) para el alzado.
Su mal estado de conservación hizo necesaria una actuación de consolidación y restauración a finales de 2022. Se eliminó la vegetación del coronamiento, se retiraron las capas de pintura y cemento, y las partes dañadas se reintegraron con un mortero similar al original. A modo didáctico, el aspecto actual permite distinguir horizontalmente las cinco hileras de tapia conservadas y hasta 46 agujales, que eran los huecos dejados tras la retirada de los maderos de encofrar en el momento de su construcción.
