Laurence Lemoine Hasta hace poco, pensaba que esa expresión era exclusiva y típicamente de aquí y que sólo se usaba en la Capital del Turia. Y de repente me entero de que no, que la verdadera expresión es “el mundo es un pañuelo’ y que la han “tuneado” aquí para resumir algo simple: Valencia es una ciudad pequeña. Por eso, todo el mundo se conoce (de cerca o de lejos) y, en cualquier momento y sitio, te puedes encontrar con un conocido o un amigo.
Cuántas veces he presenciado un reencuentro de dos viejos amigos que no se habían visto durante años; se cruzan por la calle, se reconocen y se abrazan con fuerza y alegría. Lo que más me impresiona es ¡cómo se abrazan! Aquí, cuando dos hombres se vuelven a encontrar después de bastante tiempo, se pegan unas ruidosas y fuertes palmadas en la espalda, forma muy natural de demostrar su alegría. Confieso que siempre esas escenas me dan envidia porque, si por suerte, vuelvo a encontrarme con amigos (y amigas) de mi infancia, sólo es a través de Facebook y, aunque lo agradezco mucho, ¡no es igual! En este sentido, Internet y las redes sociales han hecho mucho por los que se han trasladado de su ciudad o de su país, permitiéndoles mantener el contacto con antiguas amistades...
Valencia es un pañuelo, así es, para bien y para mal. Porque, claro, cruzarte con tus amigos de toda la vida (o de hace dos días) con tanta facilidad es agradable... juntarte con otra mesa en un restaurante porque están también unos super amigos tiene gracia, pero si pasa lo mismo con tu ex o gente que te cae mal, no tiene mucho encanto... Aquí la famosa teoría de los 6 grados de separación ó 6 eslabones que establece científicamente que dos personas desconocidas, aunque vivan en diferentes lugares del mundo, están conectadas entre sí por una cadena de conocidos que no excede de las 5 personas, o sea, tan sólo cinco puntos de conexión, ¡está más que demostrada! En Valencia, uno o dos eslabones bastan para que todo el mundo conozca todo el mundo...
Por cierto, la expresión “el mundo es un pañuelo” viene de la época de los primeros mapamundis: las cartografías hechas durante las expediciones y descubrimientos se hacían sobre un lienzo o un pañuelo de tela... Lo que no sé, es porqué algunos eruditos añaden: “...y nosotros somos los mocos”...
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