Campo en Soneja La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) exige a las
distintas administraciones la puesta en marcha de medidas en materia hídrica a
corto y largo plazo ante las nuevas restricciones de riego aplicadas en la comarca
castellonense del Alto Palancia. Efectivamente, las comunidades de regantes de
Soneja y Sot de Ferrer han recibido escritos de la Confederación Hidrográfica del
Júcar (CHJ) en los cuales establece que “en tanto no circule el caudal
ecológico correspondiente en la rambla Seca-embalse de Algar, establecido para
dicho tramo en el PHJ 2022-2027, no se podrá derivar agua procedente del río
Palancia”. Esta prohibición del riego a través de las acequias, cuyo
incumplimiento supone una infracción administrativa, eleva la gravedad de la
situación agraria tras las restricciones adoptadas en mayo en poblaciones río
arriba como Bejís, Teresa, Viver o Jérica.
La CHJ expone en sus cartas que el pasado 11 de julio realizó un
aforo de la masa de agua correspondiente al tramo del río Palancia del cual se
abastecen las acequias de las que son titulares ambas comunidades de regantes.
El resultado del aforo obtuvo un valor de caudal de 0,093 metros cúbicos por
segundo (m3/s), cuando el Plan Hidrológico de Cuenca ha establecido
un caudal ecológico mínimo de 0,21 m3/s. En consecuencia, la CHJ
prohíbe seguir regando mientras no se supere dicho caudal ecológico estipulado.
La comunidad de regantes de Sot de Ferrer tiene un aprovechamiento de aguas
superficiales para riego por un volumen máximo anual de 22.400 m3/año,
mientras que la de Soneja asciende a 33.738 m3/año. La superficie de
cultivo afectada abarca unas 2.000 hanegadas, principalmente de cítricos,
olivos y hortalizas. La persistencia de la sequía también amenaza con agravar
el descenso del nivel freático aguas abajo, es decir, en Camp de Morvedre.
El delegado de AVA-ASAJA de Soneja, José Ignacio Martínez, afirma
que “es la primera vez que nos prohíben el riego por las acequias mientras
vemos como discurre agua por el río. La agricultura y la alimentación deberían
ser prioritarias en el uso del agua. Si no nos dejan regar, perderemos la
cosecha de este año e incluso las mismas plantaciones”.
Por ello, AVA-ASAJA reclama a las administraciones con
competencias en agua actuaciones de máxima urgencia como la posibilidad de
riegos de auxilio y la puesta en marcha de pozos de emergencia con la finalidad
de evitar la muerte de los árboles. Asimismo, la organización agraria pide la
revisión de los caudales ecológicos porque los umbrales mínimos impuestos en la
actualidad hacen inviable el riego en periodos de sequía extremos como el
actual.
A largo plazo, la entidad presidida por Cristóbal Aguado reitera
la necesidad de apostar por una nueva política hidrológica que contemple la
mejora e incluso la construcción de infraestructuras para ampliar el
almacenamiento y la distribución de agua, así como una apuesta por la
reutilización de las aguas depuradas. De modo paralelo, AVA-ASAJA insta al
Gobierno a aprobar o ampliar ayudas directas a los sectores agropecuarios para
paliar las pérdidas económicas derivadas de la sequía.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, denuncia “la
desesperación en la que se encuentran los agricultores por culpa de la falta de
previsión política en un asunto tan fundamental como es el agua. Si no podemos
regar los campos, ¿de qué vamos a comer? ¿Tenemos que abandonar las tierras,
despoblar todo el interior y emigrar? ¿Cuál es la salida que nos da nuestro
Gobierno? Así lo único que hay garantizado es la ruina agraria, el
despoblamiento rural, los incendios y el desierto”.
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