Carlos Escorihuela/EPDA¿Cómo es ser presidente de Ashotur en medio de una pandemia mundial que está afectando especialmente al sector?
Es desesperante, solo ocurren cosas desagradables, restricciones, cierres... Solo comunicas a los asociados malas
noticias. Así es imposible mantener plantillas estables y bien preparadas, ante la incertidumbre, los trabajadores buscan nichos de empleo mas estables. La temporalidad y la rotación laboral son altas y eso va en detrimento del sector.
¿Crees que las instituciones os están escuchando?
Para nada, siguen su marcha, deciden sin tener en cuenta la opinión del sector, casi siempre hacen mucho daño. Últimamente algún político ha hecho declaraciones que perjudican la reputación del sector, hay que ser muy prudente cuando se ocupa cargos públicos, si alguien conoce abusos que los denuncie, para eso están los tribunales, pero la mayoría de los empresarios están haciendo todo lo posible por mantener sus empresas y a sus trabajados a pesar de las grandísimas dificultades con las que nos encontramos. La colaboración y la coordinación entre todos los agentes implicados los empresarios y las instituciones, es fundamental junto con en el impulso de la formación inicial y continua de los trabajadores que constituye un elemento altamente deseable para la recuperación de la actividad del sector y para que este pueda volver a ofrecer oportunidades laborales, cada vez de mayor calidad.
¿Consideras excesivas las restricciones impuestas a la hostelería y al turismo en el último año y medio?
Totalmente excesivas, se ha demonizado al sector, habiendo demostrando que no es un lugar de contagio, donde además se respetan todas las medidas de seguridad, distancia de mesas, aforo, se ha implementado la limpieza, mascarillas... Aún así siguen con las restricciones. La Generalitat Valenciana prorroga a partir del 26 de julio, y hasta el 16 agosto, lo mejor del verano, el toque de queda, en la provincia de Castellón, Alcalà de Xivert, Almenara,
Benicàssim, Burriana, Borriol, Onda, Oropesa del Mar, Peñíscola, Torreblanca, Vila-real y Vinaròs, los municipios turísticos más importantes de la provincia. Pero en la Comunidad Valenciana la mitad de la población de alrededor de 2,6 millones de personas, tendrá limitada la movilidad nocturna, ¿qué mensaje estamos mandando? ¿qué no somos un destino seguro? Los turistas miran para otro lado. todos los días tenemos anulaciones.
El verano ha llegado y con él la quinta ola del coronavirus, ¿Qué previsiones tenéis desde la Asociación para esta temporada estival?
Las previsiones al principio de la temporada eran optimistas, pero al final nos encontramos con los contagios de la gente joven, y ahora tenemos aforos limitados, toques de queda, cierres...todos los días en tensión, la imagen de inseguridad que se trasmite con las medidas está perjudicando mucho, cada día hay cancelaciones, clientes preguntando por la seguridad de la zona... Teníamos mucha esperanza puesta en el verano después de una etapa durísima de sequia. Tenemos también esperanza en el mercado ingles desde que el primer ministro de Reino Unido,
Boris Johnson retirara todas de las restricciones, ya que los ingleses frecuentan nuestra comunidad, sobre todo la zona de Alicante, si el resto de destinos de nuestra comunidad tiene demanda, nosotros podremos seguir con el cliente nacional, estamos pendientes de la evolución de estas medidas, y la tónica del verano va a ser la incertidumbre constante.
¿Cómo está afrontando la hostelería esta quinta ola?
Lo afronta con resignación, no queda otra, seguir las directrices del decreto. Los locales de hostelería y restauración
pueden abrir sus terrazas con todo el espacio permitido y los interiores al 50% de su aforo hasta las 00.30 horas con un máximo de diez personas por mesa al aire libre y de seis en el interior, quedas con los amigos y te tienes que sentar en otra mesa con distancia de 2 metros, medidas que no parecen justas, ni ajustadas a la situación, además de las limitaciones y las dificultades las ayudas insuficientes , tardías, y difíciles de tramitar , esto hace que ser
empresario de hostelería hoy día sea una misión imposible y en muchos casos se hace inviable seguir trabajando y hay que cerrar.
¿Está el sector preparado para una futurible sexta oleada de contagios?
El sector está intentando aguantar como puede, que sobreviva va a depender de las medidas que se adopten y de
las ayudas que lleguen, también aguantarían mejor si consiguen trabajar medianamente bien durante el verano. Lo
que está claro es que tendremos que convivir con el virus, en la medida que el virus muta, las vacunas existentes pierden su capacidad de proteger, y los laboratorios ofrecerán nuevas versiones de la vacuna. Habrá que vacunarse todos los años. A la postre, todos nos vamos a infectar, y los que ya fueron infectados se infectarán de nuevo, con lo cual tendremos que aprender a vivir con el virus. Muchas familias de clase media han caído en la pobreza, y muchos pobres se han deslizado a la pobreza extrema. La ayuda con bonos es algo provisional, hay que recuperar la
economía y el mercado de trabajo, y eso requiere ir relajando controles a la movilidad y el contacto social.
¿Consideras que se ha criminalizado al sector de la hostelería?-¿Son los bares y restaurantes más seguros que un supermercado o un parque?
Totalmente, es el sector que está pagando los platos rotos desde el primer momento, ¿alguien controla el aforo del parque? ¿la distancia entre las personas que allí se reúnen? Nosotros tenemos a los clientes sentados en mesas con separación de 2 metros, cumpliendo horarios y aforos, mascarillas cuando no se consume... Las instituciones tienen que entender que la hostelería es la solución al ocio, somos un aliado, porque no nos equivoquemos las personas van a seguir saliendo y reuniéndose en domicilios particulares, en parques, la playa... lo estamos viendo, en estos
lugares nadie controla, al menos en nuestros establecimientos se respetan las normas y la economía no se puede parar, porque la pobreza también es una enfermedad.
¿Ha aumentado la ocupación en bares y restaurantes gracias a la vacunación?
Sí, ha aumentado dentro de la escasez de gente que tenemos, las personas están cansadas, somos sociales por naturaleza, el mensaje que nos han vendido de inmunidad tras la pauta completa hace que las personas tengan menos miedo y se animen a salir. No obstante los hábitos han cambiado, las salidas son mas esporádicas, con un círculo de personas más reducida, a lugares menos masificados, y por tiempo mas reducido. Por lo tanto la rentabilidad de los negocios es pequeña, en este momento los empresarios de hostelería son héroes intentando
mantener sus negocios a flote.
¿Cómo esperas que sean la hostelería y el turismo post covid?
Somos un sector resiliente, queremos creer que tendremos un futuro prometedor, los indicadores dicen que los
negocios dedicados al ocio y a las personas estarán en alza y nosotros estamos ahí, todos vemos lo efímera que puede llegar a ser la vida, y entre otras cosas la pandemia nos ha hecho tomar conciencia de que tenemos que disfrutarla, nosotros estamos para brindar esos momentos a nuestros clientes, tendremos que reinventarnos, sin duda, pero esto lo hacemos contantemente y estaremos ojo avizor para cumplir con lo que el mercado demande.
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