La sentencia ha contemplado la
agravante de parentesco y la atenuante de dilaciones indebidas, así
como la prohibición del acusado de acercarse a menos de 200 metros
de la víctima y de poder comunicarse con ella por un periodo de diez
años. También deberá pagarle 2.500 euros por daños y perjuicios.
A pesar de que en un primer momento el
fiscal solicitaba diez años de prisión por el delito de abuso
sexual, la Sala ha condenado al acusado a dos años de prisión.
En los hechos probados de la sentencia,
se recoge que en la noche del 23 y 24 de noviembre de 2008, la
víctima se había ido a dormir a su habitación, durmiendo ambos
cónyuges en habitaciones separadas. “Aprovechándose el acusado de
que su esposa se encontraba profundamente dormida como consecuencia
de las pastillas que tomaba para conciliar el sueño, entró en el
dormitorio de esta, se metió en la cama en la que la misma dormía
y, tras quitarle el pantalón del pijama y las bragas que llevaba
puestas” y abusó sexualmente de ella.
La mujer se fue despertando debido a
los movimientos que realizaba su esposo y esta le recriminó, pero su
marido le dijo que se dejara de “tonterías, que era su marido y
que siguiera durmiendo. A la mañana siguiente la mujer se intentó
suicidarse en la playa cortándose las venas de la parte anterior de
la muñeca izquierda con un cristal que encontró en el suelo.
La víctima, que llevaba un tiempo
queriendo separarse de su esposo, estaba en tratamiento psiquiátrico
desde 1995 en una unidad de salud mental, consumiendo antidepresivos
y ansiolíticos.
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