Juan Benito Manzanares Valencia tradicionalmente ha contado con unas fuentes harto
ornamentadas y elaboradas en mármol, granito, piedra y otros
materiales de obra y, de entre ellas, por citar algunas, destacar, la
Fuente de las Cuatro Estaciones, situada junto al Puente del Real, La
Fuente de los Cuatro Elementos junto al Puente de Aragón o la Fuente
del Tribunal de la Aguas situada en la Plaza de la Virgen a los pies
de la Real Basílica de Nuestra Señora la Virgen de los
Desamparados.
Pero en 1986, de la mano del escultor de Manises (Valencia) Miquel
Navarro (1945), la ciudad del Turia contó con una nueva estética
dentro de las fuentes, algo que fue totalmente revolucionario en
todos los sentidos, pues se abandonaba el arraigado figurativismo en
las esculturas de las fuentes de Valencia y se abrazaba la
abstracción como medio para hacer que el agua fluyera en armonía
desde ella y se embalsara en un recinto acondicionado para ello.
Esta fuente tiene por nombre Fuente Pública, y se encuentra en la
Plaza de Manuel Sanchis Guarner (1911-1981), frente al cruce de la
Avenida de Peris y Valero y el comienzo de la Avenida de Ausias
March, la cual en la rotonda que se forma al cruzarse con el
Boulevard Sur, tiene otra fuete llamada De los anzuelos, también muy
peculiar y con una extraña historia.
La Fuente Pública, es una fuente/escultura con la que se quiso
conmemorar el hecho del trasvase de agua a Valencia desde el río
Júcar, el cual se materializó con el canal llamado Júcar-Turia que
se puso en servicio en 1979 sobre un proyecto de 1965.
La Fuente Pública está realizada en hierro colado y cuenta con una
altura de 22 metros. Fue inaugurada el 18 de septiembre de 1984,
siendo la misma un prisma cuadrangular que se estrecha en el centro
de su altura a una sección menor. En lo que pudiéramos llamar «su
parte trasera», tiene un tubo por el que sube el agua hasta la cima
de la fuente, estando este tubo pegado al prisma central excepto en
sus últimos metros que lo une al estanque, el cual haciendo un
ángulo de unos 30º se despega del prisma. En su parte más alta hay
otro prisma de forma irregular unido al prisma central por unos
elementos que la separan del mismo, y en uno de los extremos de ese
prisma irregular, que tiene su plano inclinado con respecto al suelo,
tiene un trozo de tubería de una longitud aproximada de un cuarto de
la altura total de la escultura, por la que continuamente tira un
chorro de agua que cae con fuerza en el embalse de la fuente.
La fuente/escultura costó unos 5 millones de pesetas de la época,
un precio algo elevado para aquel entonces, que se corresponderían
con unos 30.000 € actuales, de los cuales el propio Miquel Navarro
comenta que no ganó prácticamente nada de dinero.
En un principio el color de toda la fuente/escultura era el del óxido
metalizado, rojizo, y este color y su peculiar forma que recuerda al
personaje de dibujos animados La Pantera Rosa, le hicieron merecedora
del sobrenombre de Fuente de la Pantera Rosa, y como ocurre con la
mayoría de los sobrenombres, este ha trascendido más que su nombre
oficial de Fuente Pública, siendo conocida e incluso anunciada en
catálogos y otros medios, como la Fuente de La Pantera Rosa.
Mas, tras 37 años de estar erguida en su plaza y recibiendo a las
personas que vienen desde Alicante, se ha constituido en un elemento
de referencia de la ciudad de Valencia, conocido por todos y buscado
por los visitantes que vienen a disfrutar de la ciudad del Turia.
Ahora bien, el propio Miquel Navarro en una entrevista concedida al
diario Valencia Plaza, reconoce que su boceto inicial estaba muy
lejos de lo que al final acabó siendo o las personas vieron que
representaba la fuente pues dijo, «Pensaba más en un insecto. Era
una especie de gárgola inspirada en los respiradores de agua de la
acequia que se dan mucho en la huerta valenciana».
Pero para que no le quedara dentro de él esa necesidad de ofrecernos
un insecto en forma de escultura, se puedo desquitar en 2003, ya que
la Fundación Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia, para
conmemorar su 125 aniversario, confió en este escultor Miquel
Navarro, para que realizara una nueva escultura, la cual luce en la
rotonda de la Plaza de Europa en la Avenida de Francia.
A esta escultura de una altura aproximada de 46 metros y 100
toneladas de peso, se la denominó El Parotet, diminutivo de la
palabra «parot», en español «libélula». La escultura El Parotet
está realizada en acero al carbono por el sistema de calderería,
grallanada y zincado al frío y terminada con pintura azul.
Actualmente, esta escultura, como la de la Fuente Pública (La
Pantera Rosa), son figuras emblemáticas en la ciudad de Valencia que
hay que ver y hacernos fotos con ellas, aunque no nos podamos acercar
físicamente a las mismas, por estar en unas rotondas circundadas por
un amplio jardín de césped.
Valencia es cultura y patrimonio artístico allá por donde vallas.
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