Francisco Pérez Puche, en la conferencia inaugural de las II Jornadas sobre la Albufera de El Periódico de Aquí celebradas en marzo de 2018. EPDA Decía Napeoléon que ''la envidia es una declaración de inferioridad''. Entiendo que esta frase esconde lo que le sucede a quien fuera director de Las Provincias tras traicionar con nocturnidad y alevosía a quien era la directora y copropietaria del diario decano valenciano, María Consuelo Reyna. Me refiero a Francisco Pérez Puche, un periodista mediocre, un fracasado, que heredó Las Provincias como líder absoluto y al poco tiempo los nuevos propietarios le tuvieron que dar una patada hacia arriba antes de que lo hubiese hundido del todo. La jugada le salió mal, pero al menos pudo dedicarse a escribir libros muy bien pagados por el Ayuntamiento de Valencia.
Hablo de quien fue también mi director porque el lunes por la noche, en una pausa publicitaria de El Faro de La 8 Mediterráneo, me demostró una inusitada agresividad y falta de educación, un ataque de ira -del que me habían hablado compañeros de Las Provincias pero nunca lo había sufrido en la que fue mi casa durante 10 años porque la mayor parte del tiempo lo pasé en Xàtiva o en Sagunto como delegado- en el que me dedicó frases como ''niñato'', se refirió a El Periódico de Aquí como ''periodicucho de mierda'' y gritó a los cuatro vientos que no quería volver a coincidir conmigo. Reconozco que me quedé afectado porque no me lo esperaba de un señor que por su edad y por el cargo que había representado en Las Provincias -aunque fuera con traición mediante y sin criterio periodístico alguno- sabría comportarse con la educación que toda persona merece. El vídeo del programa del 4 de marzo está en la web de la cadena privada valenciana y lo tuve que repasar para ver qué habíamos dicho en el debate para que se convirtiera en un poseso de rabia y odio, y lo he tenido que ver varias veces sin todavía entenderlo. Es cierto que Pilar Tamayo y un servidor aportamos comentarios con retranca, que pueden no gustar a un dinosaurio, pero en ningún momento faltamos al respeto, sino que debatimos según nuestra conciencia y con libertad, que de eso se trata, ¿no? A veces incluso nos reímos, porque entre nosotros hay una química especial, que los amargados no entienden ni comparten.
Después de darle vueltas y hablar con personas que lo sufrieron en aquellos meses convulsos que convirtieron a Las Provincias en un periódico sin alma, con menos ventas y despidos de personal por su nefasta dirección, lo he entendido. Cuando me llamó ''niñato'', en realidad me estaba felicitando por ser un periodista y empresario de éxito. El Periódico de Aquí, ese ''periodicucho de mierda'' en palabras de un fracasado, nació en noviembre de 2010 con una edición comarcal gratuita en Camp de Morvedre y l'Horta Nord con tres empleados y hoy tiene 12, tira 120.000 ejemplares al mes en 7 comarcas, incluyendo los 40.000 ejemplares certificados por OJD en la ciudad de València, cuenta con 4 webs y celebramos multitud de eventos, premios comarcales, jornadas de turismo y los Premios Nacionales Aquí TV, sin olvidar las jornadas sobre la Albufera a las que él vino gratis como conferenciante en la segunda edición celebrada en 2018. Por otro lado, este ''niñato'' ha tenido más olfato periodístico y empresarial que este fracasado, que vivió agazapado a la sombra de María Consuelo Reyna y ni con traición pudo brillar porque siempre ha sido un mediocre periodista. He tenido, por cierto, las agallas, por no decir los huevos, que él nunca tuvo. Mientras él apuñalaba por la espalda, yo me enfrentaba cara a cara con un corrupto al que llevé a la cárcel y desmonté un complejo entramado del que él seguro que ni se ha enterado, porque aún vive en la Valencia prehistórica y de ahí ya no hay quien lo saque.
Señor Pérez Puche, no tuvo ni la mínima dignidad de disculparse, a su edad. Se lo digo de corazón, me da pena.
Algunos de los ponentes de las II Jornadas sobre la Albufera de El Periódico de Aquí. EPDA
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