En
la oscura calma de mi habitación no hago más que preguntarme cosas
que mis pocas neuronas se niegan a contestar por falta de lucidez al
respecto.
Después
de un año de desatinos estoy convencida que, tanto el Gobierno
central como el de la Generalitat están compitiendo entre ellos por
ver quién es el primero en provocar la carcajada más desternillante
ante la población, o sea los españolitos de a pie.
Nos
enriquecen la vida con alguna medida irrisoria y sin sentido que poco
después y debido a tamaña estupidez acabará engrosando las cifras
de contagiados y el número de fallecidos. Lo que si tengo claro, y a
las pruebas y hechos me remito es que para estos iluminados que nos
gobiernan somos sólo números. Me explico con una e ellas: “los
gimnasios permanecerán cerrados la primera fase de desescalada. La
Conselleria permitirá la actividad deportiva de estos centros pero
en espacios al aire libre”,
(ahora resulta ser que los gimnasios son los causantes de contagios
como anteriormente lo eran según ellos el ramo de la hostelería)
primera carcajada.
Como
muchos no tienen la posibilidad de sacar las mancuernas a la calle
por impedimentos varios, deberán permanecer cerrados seguramente
hasta la segunda quincena de marzo pero eso sí, deberán pagar
puntualmente todos los impuestos y aranceles a principio de mes.
Podrían
señores mandamases de la Generalitat ejercitar su anquilosado
cerebro y explicarme, ¿cómo es posible estar cuatro personas por
cada mesa en una terraza consumiendo con la boca abierta soltando
algún eructo que otro, respirando a medio palmo de distancia, y yo
como muchos no podemos ejercitar nuestro cuerpo en un gimnasio con
aforo limitado, lavado de manos constante, bozal puesto y distancia
de seguridad?
Los
beneficios del ejercicio físico en el bienestar psicológico se
evidencian desde el primer día, mejora la salud subjetiva, el estado
de ánimo, reduce la depresión, ansiedad o estrés y sin lugar a
dudas incrementa la autoestima. Y es que durante la práctica el
organismo segrega endorfinas ¡que
son las hormonas de la felicidad! ¿No
les parece bastantes motivos para abrirlos, a que esperan? Permítanme
un consejo usen
el verbo pensar
y háganlo en toda la gente que no puede como yo trotar por calles,
campos y caminos.
Conforme
van pasando los años aumenta la tasa de pérdida de masa muscular
por parte del cuerpo, y evidentemente esto puede empeorar nuestra
calidad de vida y propiciar una cantidad enorme de patologías. Por
ello, aunque lo mejor es hacer ejercicio cuanto antes, es conveniente
que si ya has cumplido los 50 como yo empieces a entrenar la fuerza.
En
el exterior de un gimnasio puedes hacer (sentadillas, correr,
abdominales, flexiones…) pero esos ejercicios mal ejecutados
pueden provocar el efecto contrario al que andamos buscando.
Reducir
la movilidad como le pasa a mucha gente mayor o personas con
discapacidad por miedo a salir a la calle significa una reducción en
la calidad de vida, siendo los gimnasios lugares seguros para ellos.
Durante
la menopausia el hacer deporte es primordial. Con ejercicios de
'cardio' mejoramos la capacidad cardiorespiratoria y ponemos nuestro
corazón a bombear; también el ciclismo, la natación o simplemente
correr nos pueden ayudar en esta maravillosa etapa de nuestra vida.
Pero insisto si no podemos hacerlo en el exterior porque hay mucha
gente que con su borreguil comportamiento nos lo impide, lo mejor es
acudir a un gimnasio.
También
durante el climaterio aumenta el riesgo a padecer osteoporosis.
Todos
no tienen elípticas, pesas, bicicletas estáticas en casa.
Todos
no conocen los ejercicios más correctos para sus dolencias o
patologías.
Muchos
necesitan de un profesional para una buena praxis del deporte que
luego se verá recompensada en SALUD
Y CALIDAD DE VIDA. ¿Entran
estos vocablos en su masa cerebral Sres/ras del Gobierno?
Claro
con el 'pedazo' de sueldo que les estamos pagando y no se están
ganando tienen ustedes un entrenador personal en casa, de ahí su
'meninfotisme'.
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