La marihuana
que se consume entre la población juvenil de la Comunitat Valenciana
contiene un elevado porcentaje de sustancias infecciosas que, sumadas
a la propia toxicidad del cannabis, pueden llegar a generar graves
problemas para la salud. Algo que se ve agravado por la baja
percepción que existe sobre estos peligros entre la población de
riesgo.
Así se
desprende de las conclusiones del estudio realizado por la ONG
valenciana Controla Club, en colaboración con la Conselleria de
Sanitat Universal i Salut Pública, en el marco de las diferentes
acciones de carácter piloto de información y concienciación sobre
el consumo de cannabis dirigidas a jóvenes potencialmente
consumidores, de entre 13 y 25 años, que se han llevado cabo en los
espacios de València, Alicante y Castellón en donde se suelen
reunir para realizar estos consumos: zonas de ocio, plazas, parques,
skate-park y alrededores de centros educativos y de formación.
Durante estas
intervenciones, desarrolladas por los mediadores y mediadoras de la
ONG, que se retomarán este fin de semana en las tres capitales de
provincia, se han utilizado microscopios LED de 60 aumentos que han
permitido observar la presencia de sustancias potencialmente nocivas
y evidenciar que más de la mitad de la marihuana analizada, en torno
a un 60%, contenía hongos (botryitis). Precisamente, parte del
trabajo de las mediadoras y los mediadores de la ONG ha sido informar
a los posibles consumidores sobre los riesgos añadidos relacionados
con las sustancias adulterantes y/o contaminantes que se pueden
encontrar con frecuencia en el hachís, como el caucho, el plástico,
la goma, la parafina e, incluso, las heces.
DATOS
SOBRE CONSUMO CANNABIS
Sobre el
estudio en concreto, este pone de manifiesto la incidencia que tiene,
en estos momentos, el consumo del cannabis entre la población más
joven, ya que el 63,42% de la población de riesgo juvenil encuestada
afirma que ha consumido en algún momento de su vida cannabis; un
alto impacto si se compara con los datos de prevalencia sobre consumo
del Plan Nacional sobre Drogas que indica que el 37,5% del total de
la población española de 15 a 64 años ha consumido en algún
momento cannabis.
Con respecto a
la frecuencia del consumo, el estudio revela que el 34,93% de los
jóvenes que han participado en la muestra ha consumido hachís
durante los últimos 30 días, que la edad media de inicio del
consumo se sitúa en los 14,85 años y que el 6,8% fuma diariamente
entre 1 y 3 porros de media.
Sobre la
normalización de los consumos, de las respuestas obtenidas en las
encuestas realizadas se extrae que ésta se relaciona directamente
con la baja percepción de los peligros y riesgos asociados al
consumo del cannabis, que en una escala de 1 a 10, donde 1 es nada
peligroso y 10 es muy peligroso, recibe una puntuación de 6,29
(*tabla
adjunta más abajo).
Un dato que lo sitúa en el último lugar de las 10 drogas que se han
evaluado en este estudio, incluso por detrás del consumo del tabaco
y del alcohol.
En relación
con lo anterior, los resultados del estudio ponen de relieve el
incremento progresivo del consumo de la marihuana que desplaza al del
hachís, ya que, en estos momentos, el 50,7% de los encuestados
aseguran que consumen exclusivamente marihuana, el 5,3%
exclusivamente hachís y el 43,8% consumen indistintamente ambas
sustancias.
En este
contexto, según datos ofrecidos por el Instituto Nacional de
Toxicología (INT), recientes análisis sobre la marihuana que se
consume actualmente han evidenciado que ha aumentado
considerablemente su toxicidad por su concentración de THC
(Tetrahidrocannabinol), el componente que está relacionado con los
efectos psicoactivos de la sustancia, seguramente provocado por la
expansión del conocimiento de la ingeniería cannábica y del
autocultivo, que hacen su consumo cada vez más peligroso.
De hecho, el
estudio también recopila información sobre las consecuencias
negativas de los consumos que la juventud valenciana reconoce haber
sufrido. Las más graves son las lipotimias y bajones de tensión,
para el 19,03% de las personas encuestadas, seguido de las crisis de
ansiedad, para un 17 %, las arritmias y taquicardias, para un 13,3,
y los trastornos del sueño para el 12,4%.
Con respecto
al presupuesto destinado a la compra de hachís y marihuana, el 53,6%
de las personas encuestadas señala que se gastan hasta 10 euros
semanales y un 33% entre 15 y 25 euros a la semana.
DATOS
POR CAPITALES DE PROVINCIA
Sobre
el consumo de cannabis analizado en las tres capitales de provincia,
el estudio concluye que Valencia se sitúa a la cabeza, ya que
un 72,19% de los jóvenes potencialmente consumidores que han sido
encuestados asegura que lo ha probado alguna vez y un 47,34% señala
que ha consumido cannabis en los últimos 30 días. Le sigue
Castellón, donde un 66,67% indica que lo ha probado alguna vez y un
31,74% reconoce que ha fumado algún o varios porros en los últimos
30 días. Por último, el 49,23% de los jóvenes alicantinos
preguntados ha respondido que lo ha probado alguna vez y el 17,69%
que ha consumido cannabis en los últimos 30 días.
Sobre
el gasto medio destinado a la compra de hachís y marihuana, los
castellonenses son los que más presupuesto destinan con una media de
13 euros semanales, le siguen los valencianos con un gasto de 10.9
euros y los valencianos con una media de 7,5 euros.
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