Desde que vieron la luz hacia la década
de los años sesenta, el microcrédito continúa siendo una de las fórmulas más
solicitadas en tiempos de crisis. Su accesibilidad viene determinada por unas
condiciones contractuales más laxas y una mayor instantaneidad. Además, desde
su nacimiento este producto financiero ha adquirido mayor alcance gracias a la
presencia de las nuevas tecnologías. Hoy hablamos de microcréditos online y
están disponibles en plataformas digitales como CashEddy.
Pero, ¿por qué han alcanzado tanta
popularidad los microcréditos en los últimos años? Recientemente, durante la
celebración de la tercera edición de la Koç School, en Estambul, el consejero
delegado del BBVA, Onur Genç ha declarado que: “actualmente, el 65% de las
personas aseguran que el dinero es su causa principal del estrés.”
En un contexto de inestabilidad
propiciado por la crisis sanitaria mundial la situación financiera se ha
desestabilizado en muchos países del mundo, incluyendo España. La necesidad de
recursos en momentos especialmente complejos como la pandemia por Covid19 ha
hecho que los microcréditos online se conviertan en la alternativa más
accesible para solventar problemáticas coyunturales como la falta de liquidez.
Las cuantías reducidas (en la mayoría de
los casos por debajo de los 500€) así como sus periodos de tramitación
especialmente reducidos hacen que las plataformas especializadas en este tipo
de financiación se hayan convertido en la solución crediticia más representativa
de la era digital.
Además, la concesión de un primer
microcrédito, una vez se ha formalizado su devolución dentro de los términos
contractuales establecidos, incrementa las posibilidades de reincidencia. En el
momento en que se resuelve satisfactoriamente una primera contratación, el
cliente adquiere ciertos credenciales que le ayudan a conseguir una aprobación
de futuras solicitudes con mayor celeridad y por cuantías superiores.
Por otro lado, el procedimiento no
requiere de tramitaciones complejas. Se basan en expedientes que se abren
mediante unos requisitos
mínimos que por lo general se reducen a la mayoría de edad, estar en
posesión de una cuenta bancaria, ser titular de una línea telefónica y tener
residencia en España. Aunque estos tienden a ser los requisitos más
generalizados pueden experimentar ciertas variaciones dependiendo de cuál sea
la entidad o plataforma que los tramite.
A diferencia de lo que ocurre con los
préstamos bancarios convencionales no existen trámites burocráticos lentos y
costosos que se basan en preaprobaciones mediante un análisis sujeto a unos
prerrequisitos por lo general bastante exigentes (por ejemplo la posesión de
avales). Esta ligereza que se presenta en el caso de los microcréditos online
amplifica las posibilidades incrementando el acceso a todo tipo de clientes
potenciales. No son pocos aquellos usuarios con diferentes perfiles
profesionales y socioeconómicos (autónomos, trabajadores por cuenta ajena,
desempleados…) que no cumplen los requisitos exigidos por las entidades
tradicionales. Muchos de ellos se decantan por la contratación de microcréditos
online para poder obtener liquidez de forma inmediata y solucionar cualquier
tipo de problemática coyuntural.
La flexibilidad de este tipo préstamos se
extiende incluso a aquellos solicitantes que se encuentran dentro del listado
de ASNEF o no cuentan con una nómina.
Por último, el avance de la tecnología ha
permitido el desarrollo de sistemas y plataformas bancarias digitales con
amplias garantías de seguridad y protección. Con la aprobación de la Ley
Orgánica de Protección de Datos (LOPD) las entidades están obligadas a mantener
la confidencialidad de sus clientes a lo largo de todo el proceso.
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