Partieron de NavajasEl 21 de marzo de 1407, el rey Martín el Humano ordenaba a los
pescadores de El Puig de Cebolla que dos veces por semana estaban obligados a
vender el pescado que sacarán al procurador de la cartuja de Portaceli
(Serra-Valencia) antes que a cualquier otro.
Este privilegio sería muy similar al otorgado casi nueve meses
después, el 7 de diciembre de aquel mismo año, a los monjes de la cartuja de
Valldecrist, pero los que estaban obligados a subirles el principal alimento de
la dieta de estos monjes eran los pescadores del Grau de Moncofa, sirviendo la
mesa de los religiosos antes que la de cualquier otro, con excepción de cuando
estuvieran los reyes en la ciudad de Segorbe, que en este caso tendrían
preferencia.
Aquellas gentes del mar se vieron obligados a buscar una ruta lo
más rápida posible para hacer cumplir este mandato real para que no se les
estropease el género. Y así es como surgió una ruta que, con el paso del
tiempo, pasó a llamarse Camino o Senda de Pescadores. A falta de estudiar el
trazado con detenimiento, aunque aparentemente resulta bastante evidente, no es
mucho lo que queda del que unía la costa valenciana con la cartuja de la
Calderona.
Más vestigios quedaban de la que desde Moncofa subía hasta el
valle del Palancia, pues quedaban todavía dos tramos en Segorbe y La Vall de
Uxó que conservaban esta toponímia. Y con esa base, además de la consulta de
variada documentación y, sobre todo, echando muchas horas sobre el terreno
recorriendo decenas de caminos, es como Jose Ángel Planillo recuperó para el
proyecto “Caminos de Valldecrist” que impulsa la Asociación Cultural Cartuja de
Valldecrist este trazado, que busca seguir los pasos de aquellos pescadores en
su camino hacia el interior.
La tarea no fue fácil: las distintas obras civiles (carreteras,
embalses, ferrocarriles, etc) así como el abandono de algunos caminos, le
obligó a tomar vías alternativas para poder unir el camino, quedando como
resultado un tramo de cerca de 47 kilómetros entre la cartuja de Altura y las playas
del Grao de Moncofa.
El resultado de todo aquello lo plasmó en un artículo que
publicó en 2018 en la revista Orleyl editada por la Associació Arqueològica de
La Vall d'Uixó, despertando cierta expectación entre la ciudadanía, que en
muchos casos desconocía la función y origen de aquel camino.
Poco tiempo después, el Ayuntamiento de Moncofa instalaba frente
a la Tourist Info local un panel que servía de inicio para el tramo de este
camino en el municipio, que se ofrece como ruta local entre la oferta turística
de senderismo.
También desde Moncofa, un grupo de vecinos con Pepe Franch a la
cabeza, se animaron a recorrer el trazado completo, por etapas, emulando a sus
ancestros aunque con diferentes intereses, pues en este caso lo hicieron de
forma ociosa, disfrutando de los paisajes y municipios por los que transcurre.
Y casi 500 años después de aquel primer privilegio real del
último de los monarcas del casal de Aragón, un grupo de corredores de Navajas,
coordinados por José Genovés, quisieron realizar el camino a la inversa pero
corriendo los 52 kilómetros que separan su localidad de las playas de la Plana
Baja.
Así, tras contar con el apoyo del creador del proyecto, el
patrocinio de los ayuntamientos de Navajas, Altura, Segorbe, Geldo, Sot de
Ferrer, Algar de Palancia, Xilxes y Moncofa, y la colaboración de la Asociación
Cultural Cartuja de Valldecrist y la Asociación DiCultura, fijaron el domingo
de 24 de marzo de 2024 el día en que tendría lugar esta aventura deportiva.
No era una carrera oficial, sino una carrera social a modo de
entrenamiento para visualizar la posibilidad de convertirla en el futuro en una
prueba deportiva más organizada para dar a conocer este trazado entre
aficionados al deporte, y porqué no, también a los amantes del senderismo o el
cicloturismo.
Con una rudimentaria señalización provisional en forma de pez,
se marcó el trazado que fue completado en un tiempo inferior a seis horas,
aunque en ellas se incluyen algunas paradas técnicas y para inmortalizar la
gesta por sus participantes. Lo mejor, el gozo de llegar al mar, darse un baño
en las frías aguas del Mediterráneo, y además ser recibidos por el alcalde de
Moncofa, Wenceslao Alós, que quiso felicitar personalmente a los corredores.
Ahora, visto que la prueba es factible, se pretende difundir a
través de los medios para darla a conocer, y también promoverla entre
organizadores de pruebas deportivas para que esta prueba piloto se convierta en
una maratón con fondo histórico. Del mismo modo, se quiere concienciar a las
autoridades políticas para que aúnen esfuerzos y la balice de una forma
homogénea en la totalidad del trazado. Un acuerdo entre la Mancomunidad Alto
Palancia, el consorcio Castellón Sud y los municipios integrados en el Plan de
Dinamización Turística del Camp de Morvedre, así como el Ayuntamiento de
Segorbe podría hacerlo posible.
Sería una buena forma de celebrar los 500 años de un trazado que
nació como una vía comercial, y hoy une la costa con el interior, el
Mediterráneo con las faldas de la Calderona, atravesando pueblos, parajes y
campos de naranjos, caquiseros, olivos y algarrobos, y que suponen un placer
para los sentidos pese a la longitud del trazado. ¿Se hará realidad?
Comparte la noticia
Categorías de la noticia