Cristina Ramón El Breakdance, una danza social que forma parte de la cultura del Hip Hop será deporte olímpico en París en 2024, mientras el kárate, el surf, la escalada y el skate se quedan fuera del cartel de la cita olímpica francesa. Especialmente dolorosa es la ausencia del kárate, que es excluido de los JJ.OO. de 2024 antes de su debut olímpico en Tokyo el próximo verano. La doble campeona del mundo de kárate, la española Sandra Sánchez, se ha mostrado “desilusionada e indignada” ante la decisión del COI y ha asegurado que “no saben qué tienen que hacer para estar” en unos Juegos Olímpicos y que “no encuentran una explicación” a la ausencia de su disciplina deportiva cuando ni siquiera se ha estrenado en unos Juegos. Mientras, los breakdancers han celebrado su aterrizaje en el mundo olímpico argumentando, en palabras de Paul Zúñiga, que “el apoyo es grandísimo y hay que aprovecharlo”.
Pero, ¿es realmente el breakdance un deporte? La respuesta es no. No es un deporte ya que no cuenta con un reglamento deportivo y carece de estructura en nuestro país. El COI ha intentado con esta decisión diseñar unos JJ.OO. de París 2024 “con un programa más aligerado, pero más moderno y paritario”, con el objetivo de conectar con una cultura “urbana y joven”. Law García, la campeona de España de breakdance, afirma que a ella le gustaría que su disciplina fuera tratada como lo que es, “un arte”, aunque admite la gran oportunidad que van a tener para darle más visibilidad en los Juegos de París. García también se pregunta cómo será juzgado el Breakdance en unos JJ.OO. “al ser un baile”. Pedro Vañó, presidente de la Federación de Baile Deportivo, reconoce que el baile “no está visto socialmente como un deporte”. La decisión tomada por el COI parece a todas luces incomprensible y supone un antes y un después en el olimpismo tal y como lo conocíamos.
Es lógico que el máximo organismo olímpico busque formas de atraer a las nuevas generaciones, aunque esto es algo que podría hacerse de otro modo, como por ejemplo hacer llegar el olimpismo a los jóvenes a través de las redes sociales o plataformas que hoy lo son todo en el mundo de la comunicación, como por ejemplo Twitch. A través de ella los jóvenes podrían conocer de primera mano la historia de los Juegos Olímpicos y a los deportistas que en ellos compiten interactuando con ellos. El COI ha tomado la decisión más fácil, incluir un baile urbano como deporte olímpico, en vez de rascarse un poco la sesera para buscar la forma de llamar la atención de los más jóvenes sin perder su esencia. Sin duda, audiencia y foco mediático no le faltar al Breakdance en 2024, que es lo que el COI ha venido a buscar. La cultura televisiva del todo vale para captar audiencia ha llegado al olimpismo, que ha vendido su alma al mejor postor.
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