Pepe Gosálbez La coalición catalanista liderada por Joan Ribó ha convertido el Ayuntamiento de Valencia en su cortijo. No es que lo diga yo, lo dicen los múltiples expedientes de contrataciones que han salido a la luz durante los últimos meses.
Los contratos a dedo de las empresas vinculadas a su formación de la ‘no’ Cabalgata de Reyes, los de los conciertos de Viveros, los de las Fiestas Mayores de Carpesa, los de la peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento o los de la Gola de Pujol, el aumento del 29% -de 79 a 98 en 2020- en altos cargos del Consistorio, la subvención de 100.000 euros a UGT para organizar su congreso nacional en Valencia tras habérselos quitado al Banco de Alimentos, o los 12.000 euros anuales para Lambda, de la que proceden concejales como Sergi Campillo, entre otros, son solo un ejemplo.
Ribó y sus socios venían a “rescatar personas”, a “no dejar a nadie atrás”. Y sí, lo han hecho. En estos seis años no han dejado a nadie atrás, pero a nadie afín a Compromís. Venían a ser el adalid de la transparencia, a cambiar la política, pero se han convertido en una caricatura de lo que denunciaban.
Compromís venía también a defender lo nuestro, lo valenciano, nuestras señas de identidad y nuestra cultura. Pero nada más lejos de la realidad. Y tampoco lo digo yo, lo vuelven a decir los expedientes municipales sobre la concesión de subvenciones directas, y sin concurso público, a entidades abiertamente catalanistas, en detrimento de las valencianas como la Real Acadèmia Valenciana de Cultura. En este caso, los 25.000 euros anuales a ‘Escola Valenciana’, los 3.300 euros entregados en 2020 a ‘Acció Cultural del País Valencià’, o los más de 57.000 euros a ‘Ca Revolta’, la ‘Fundació Francesc Eiximenis’ y la ‘Institución económica y empresarial Ignaci Villalonga’ en su primer mandato. Todo ello mientras ha ido reduciendo año tras año las ayudas a las Fallas, a quienes ha suprimido hasta 380.000 euros para la iluminación de las calles y otros 620.000 euros en ayudas a casales falleros y asociaciones festivas. Si eso es defender lo nuestro, ¡estem apanyats!
Desde VOX seguiremos levantando alfombras y sacando toda la basura acumulada. No vamos a parar.
La gestión del alcalde se ha limitado a beneficiar a unos pocos, allegados y catalanistas, y a olvidarse de los problemas reales de los valencianos: el paro, las colas del hambre, la limpieza de las calles y el mantenimiento jardines o el desastroso caos en la movilidad y en la EMT. Desde VOX lo hemos dicho siempre y lo seguiremos haciendo: primero, los valencianos. Recuperaremos Valencia para que vuelva a ser punta de lanza y no un vagón de cola.
Comparte la noticia