Francisco Estellés. EPDA El pasado 27 de Mayo, en el pleno ordinario municipal, el portavoz del grupo Compromís, Pep Val, se convirtió en predicador ejemplarizante y azote del mal hacer. Osó juzgar, condenar y sentenciar un error de nuestro grupo político. Parecía que habíamos cometido un delito. Era un descuido de forma, nada trascendente que repercuta en los vecinos de Paiporta.
Sí, fue una equivocación nuestra, porque nosotros somos humanos, erramos. Lo asumimos y pedimos perdón. Eso nos permite aprender y progresar. Sin embargo, la perfección, en su enorme soberbia, no necesita progresar ni aprender. Que para eso uno se considera perfecto. Otra cosa es serlo. Por suerte Don Perfecto aún no ha nacido.
En este sentido, el portavoz de Compromís, y por extensión a su grupo político, debería aplicarse las palabras de Concepción Arenal: “El error es un arma que acaba siempre por dispararse contra el que la emplea”. En este caso, se volverá en su contra porque el señor Val cruzó una raya que jamás debería haber pasado, la de la educación. Las formas son muy importantes, sobre todo en política. Ciudadanos (Cs) jamás se pondrá a su nivel y por mucho que Compromís se equivoque, no utilizaremos ni ese vocabulario ni ese tono.
No obstante, sí diremos las cosas claras, siempre con educación, por supuesto. Denunciamos la dejación de funciones de la concejala de Economía, Empleo y Comercio, Beatriz Jiménez, que estaba repercutiendo en la economía municipal. Defendimos que esta inacción en la concejalía estaba afectando a asuntos trascendentales para salir de la crisis. Y criticamos que no se puede estar en misa y repicando. Menos mal que ha cedido y ha dejado la concejalía para dedicarse exclusivamente al Botànic. Eso sí, que no venda logros, como hizo en el pleno, porque su gestión se ha caracterizado por la dejadez.
Actualmente, estamos denunciando el deterioro de la calzada de nuestras calles, la falta de luminosidad en algunas zonas y la gestión muy mejorable de la recogida de basura. Por cierto, competencias del señor Val. No solo Cs critica la desidia de este gobierno, el Síndic de Greuges también. Concretamente en el caso de una vecina que lleva 16 meses para que se le resuelva un expediente de dependencia. ¡Ahí es nada!
Por otra parte, la crítica a nuestro yerro también se volvió en contra de los nacionalistas en el mismo pleno, pues Compromís llevó una moción ya aprobada anteriormente. Eso también fue un error. Ellos también se equivocan. En estas cosas, que no son de calado. Y en otras que, por desgracia, sí perjudican a nuestros vecinos.
Sin embargo, a diferencia de Cs, Compromís ni lo reconoce ni pide perdón o rectifica. Solo ve el defecto en el ojo ajeno. Es su doble vara de medir. Su error elevado al cubo. Se equivocan cuando no aciertan, cuando no lo reconocen y cuando se ceban con los demás. Mientras tanto, Cs seguirá haciendo una oposición constructiva, fiscalizando al gobierno y proponiendo. Siempre desde el respeto y la educación.
El error se produjo por un asunto personal, del cual se dio cuenta y se pidieron disculpas. Pero usted vio en ello un arma que se disparó en su contra. Porque le recuerdo que su grupo llevó al pleno una propuesta ya aprobada. Eso no es un error verdad, eso lo hizo aposta para ver si estábamos atentos. CULTIVE, CULTIVE esa perfección, porque con la vara que mida, será medido. Y en mis redes sociales seguiré denunciando lo que crea oportuno. A mí no me calla ni Dios, siempre que tenga el permiso de Pep Val.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia