El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vila-real
ha
rechazado la petición para cerrar el perfil de facebook del joven
muerto el pasado mes de diciembre al colisionar el vehículo en el que
viajaba con su expareja, que le había
denunciado por malos tratos, contra una gasolinera en Benicàssim.
La
madre de la chica había solicitado al juzgado el cierre del perfil del
presunto agresor en el que éste había colgado fotos de la chica.
La
jueza dio traslado de la petición de la familia a la Fiscalía, que se
opuso. En una providencia notificada a las partes, la magistrada hace
suyo el criterio del Ministerio Fiscal y rechaza
cerrar el perfil en dicha red social
del
presunto agresor fallecido por considerar que el contenido del mismo
"puede ser pertinente y útil para el esclarecimiento de los hechos" que
se investigan.
El Juzgado, por el contrario, ha accedido a la petición de la madre de la víctima y ha aceptado su personación
como acusación particular en el procedimiento.
La instructora está pendiente de recibir el atestado definitivo de la Guardia Civil para determinar si la colisión
mortal fue accidental o provocada.
El hombre ya estaba siendo investigado por el mismo juzgado por tres delitos de lesiones, tras una denuncia presentada
por su expareja sentimental, fallecida en el choque, a mediados de diciembre.
El
Juzgado recibió la denuncia, en la que la joven relataba varios
episodios violentos sufridos en diferentes momentos de la relación, el
15 de diciembre. Ese mismo día, la Jueza tomó declaración
a la víctima y a su presunto agresor. Es la única denuncia que consta
de ella contra él en dicho juzgado.
Tras
escuchar a ambos, el fiscal apreció indicios de tres delitos de lesiones
en el ámbito de la violencia de género. No obstante, el juicio no pudo
celebrarse porque las versiones eran contradictorias
y no existía parte médico que acreditara las lesiones que relataba la
víctima de los distintos ataques.
El
fiscal solicitó entonces nuevas diligencias para completar la
instrucción. Entre ellas, pidió que se tomara declaración a tres
testigos, que se requirieran las grabaciones de un bar en el
que la denunciante contaba que había sufrido uno de los episodios
violentos y que se pidiera información a un centro médico al que la
chica acudió en una ocasión tras una de las agresiones relatadas. En
aquella ocasión, la víctima no refirió al personal sanitario
el origen de los daños de los que fue atendida.
A la
espera de la práctica de esas diligencias, el fiscal pidió que se
prohibiera al presunto maltratador acercarse a menos de 200 metros y
comunicarse con la víctima por cualquier vía, petición
a la que se adhirió el abogado de la denunciante, quien no solicitó
ninguna medida complementaria. Ni el fiscal ni el abogado de la víctima
solicitaron prisión para el detenido por los hechos denunciados.
El
presunto agresor había sido condenado en septiembre 2013 a 64 días de
trabajos en beneficio de la comunidad por dos episodios violentos con
una pareja
anterior, a la que en una ocasión dio una bofetada cuando volvían de
una fiesta y en otra ocasión amenazó. Fue una sentencia de conformidad,
en la que el maltratador reconoció los hechos y aceptó la pena que le
pedía el fiscal.
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