El Nou Bàsquet Femení Castelló es el claro ejemplo de que el deporte femenino es complicado, pero merece la pena. Un equipo formado por mujeres que, con muy pocos recursos económicos y logísticos, consiguen competir alrededor de todo el país. Para su presidenta, Lola Valls, son “las grandes desconocidas”. Las jugadoras compaginan estudios o trabajo con el deporte y a pesar de ello su rendimiento deportivo no decae. El club nació en el año 1992 y fue una escisión de un equipo entero de otro Club de la ciudad. Los padres crearon un nuevo club con ese equipo y en las temporadas posteriores fue creciendo. De su extenso palmarés a lo largo de los años, se debe destacar un cuarto puesto en el campeonato de España Infantil de 2003 y un tercer puesto en la misma competición cadete en 2005.
Pero son muchos más los logros de este gran Club. El sénior, el Fustecma Nou Bàsquet Femení, ha ascendido esta temporada a Liga Femenina 2 después de que el pasado 26 de junio se publicara la resolución donde la Comisión Delegada de la Federación Española de Baloncesto confirmaba que el club castellonense formaba parte de la segunda máxima categoría del baloncesto español tras la ampliación de la Liga a tres grupos de catorce equipos. Además, el equipo albinegro ha mantenido a todos los equipos de su cantera en sus respectivas máximas categorías, algo que ha sido una gran satisfacción tanto para el club como para los aficionados.
En palabras de Lola Valls, presidenta del club, esta temporada supone una “nueva etapa” tanto por el cambio de categoría como por la emergencia sanitaria del Covid19 y todo lo que ello representa: el trabajo de gestión y administración del Club se ha disparado, las empresas sufren sus propias inclemencias con la pandemia y no es buen momento para pensar en patrocinios y el propio virus condiciona el día a día de la competición. Tanto es así que el equipo sufrió un brote de coronavirus por un contacto externo que provocó siete contagios en el seno del primer equipo. Todo ello llevó a suspender los entrenamientos entre el 4 y el 23 de noviembre y la competición hasta el día 28 de noviembre, algo a lo que Valls ha querido ver el lado positivo, ya que está “medio equipo supuestamente inmunizado durante un tiempo”.
“A nivel competitivo estamos en construcción y adaptándonos a la categoría”. “Es una carrera de larga distancia y vamos a intentar salvar la categoría y conseguir la mejor clasificación posible”, afirma la máxima mandataria del club albinegro. Valls asegura que le gustaría que volviera el público a las gradas, aunque considera que ahora “lo importante es que haya deporte y que superemos esta situación”.
Durante el confinamiento, las jugadoras llevaban a cabo entrenamientos diarios por videoconferencia bajo la batuta del preparador físico. Aunque las chicas se mantuvieron activas, Lola Valls reconoce que el ritmo de competición lo perdieron y es algo que notaron en el primer partido de la vuelta a la competición tras su confinamiento. Valls comenta que en relación a la pandemia la gestión sanitaria del equipo no ha sido fácil. “Se pierde más tiempo en buscar responsables que en ser responsables y a veces, la nueva burocracia Covid está por encima de la propia emergencia sanitaria”. A pesar de las indicaciones a veces contradictorias, en el Nou Básquet confinaron a todas las jugadoras tras detectar los positivos. “Estamos luchando contra los elementos cada día y a veces hasta contra la absurdez y el sinsentido”, afirma Lola Valls, pero, por otra parte, reconoce que es muy emocionante porque el salto de 1ª Nacional al nivel de competición en Liga Femenina 2 es brutal”.
Las mujeres son guerreras, son luchadoras y no se rinden jamás. A pesar de que reciban muy pocas ayudas perseveran y consiguen lograr buenos resultados en todas las competiciones. Los dirigentes de estos equipos también merecen un gran aplauso, ya que con los pocos recursos que tienen a su disposición, consiguen armar un gran staff o pequeño, (da igual) con el que intentan que todas las niñas y mujeres que forman parte del plantel de jugadoras se sienten muy cómodas, queridas y atendidas. Este clima cálido dentro del equipo es algo que ayuda a conseguir mejores resultados. Los dirigentes de estos equipos llaman a muchas puertas intentando buscar un reconocimiento para sus plantillas que casi nunca consiguen, pero siguen luchando sin descanso por salir adelante en un mundo difícil, en el que cada día han de agradecer a las instituciones públicas la ayuda que reciben, a las empresas el esfuerzo que realizan para seguir patrocinándolas y en especial a la Fundació Albinegra que un día abrió su paraguas y les da el mejor de los cobijos. Pero también han de seguir luchando contra aquellos que no han entendido que es el momento de arrimar el hombro, de construir juntos, de bajarse de su mundo de normas y exigencias, de actos sin premio pero con castigo, que es el momento de abrir los ojos a la cruda realidad de los clubes de esa difícil liga femenina 2.
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