El segorbino Juanjo Ferrer, delegado de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana en Castellón

Juanjo Ferrer, vicepresidente de la Federación de Caza de la CV

El expresidente del Club de Caza ‘La Diana Segorbina’ de Segorbe, Juanjo Ferrer es el nuevo vicepresidente de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana y el delegado de la misma en la provincia de Castellón.

Ferrer fue elegido en estos cargos en el transcurso de la última y reciente asamblea de la Federación en la que también fue elegida como presidenta la ingeniera, de 32 años, Lorena Martínez que de esta forma se convierte en la primera mujer que preside una federación de caza en la historia y la presidenta más joven de una federación deportiva en el ámbito nacional. Su apoyo a Lorena Martínez fue determinante para la elección de la nueva presidenta según ha reconocido ella misma: “su contribución y apoyo ha sido clave en el nacimiento de este proyecto común y lo será en su desarrollo”.

Lorena, natural de Enguera (Valencia) impone su perfil técnico y asume el mando de un colectivo con cerca de 40.000 federados, en un escenario de gran cuestionamiento social y político de la actividad cinegética.

Con su nombramiento, alcanzado gracias a su perfil técnico, la ingeniera de montes, de 32 años, logra derribar los estereotipos que se presuponen de género y edad de un colectivo, el de cazadores, que constituye la segunda potencia en número de federados (sólo por detrás del fútbol), y que ostenta el mayor arraigo territorial y tradicional de toda la autonomía.

Por su parte a Ferrer le avala su experiencia en el Club de Caza ‘La Diana Segorbina’ de Segorbe, la entidad con mayor número de socios de la capital del Palancia, que ha presidido durante 8 años.

Martínez asume la presidencia en un momento trascendental para el sector, en el que la opinión pública y las políticas ambientales y de bienestar animal cercan a la actividad cinegética: “Me aficioné a la caza gracias a mi padre. Crecí en un entorno rural, donde la caza no es una opción, sino una necesidad. Tuve el orgullo de convertir la pasión de mis ancestros en mi profesión, a través de mi titulación en ingeniería de montes y de mi experiencia laboral en la Federación de Caza. En este trayecto, lo único que ha crecido más que mi amor por el sector ha sido el odio vertido sobre nosotros por determinados colectivos”.