Los jugadores, durante el partido de ayer. / EFE Un solvente Valencia Basket sumó ayer viernes una victoria que le permite aferrarse a la quinta plaza a la espera de lo que haga el San Pablo Burgos este fin de semana en el que el equipo de Jaume Ponsarnau descansará, y lo hizo ante un Monbus Obradoiro que se enganchó tarde al partido, que con las bajas sólo tuvo a Steven Enoch como referente y que no logra escapar de la zona peligrosa (97-87).
El encuentro arrancó con los dos equipos sin mucha intensidad defensiva, una situación que, dada su mayor calidad, le dio al Valencia la iniciativa en el marcador. Trató Moncho Fernández de cambiar el guión con un tiempo muerto y la presencia de Albert Oliver pero no funcionó y los descuelgues de Jaime Pradilla llevaron la renta local más allá de los diez puntos.
El Valencia, especialmente Nikola Kalinic, anotaba sin apenas oposición para desesperación del entrenador gallego. Al menos, el Obradoiro pudo empezar a anotar con cierta regularidad gracias a los tiros abiertos de Álex Suárez y a las ganas de Mike Daum. Pero Guillem Vives siguió dinamizando el ataque local y un par de triples llevaron su renta a su máximo de esta primera parte (43-28, m.14).
El choque se convirtió en un ágil intercambio de canastas en el que los puntos de Steven Enoch cerca del aro permitieron al equipo visitante llegar al descanso habiendo reducido mínimamente su desventaja (52-41, m.20).
El paso por los vestuarios permitió al Obradoiro aumentar algo su actividad defensiva, una reacción que le permitió llevar su desventaja hasta los siete puntos pero a la que le faltó continuidad y algún relevo en ataque a Enoch para cambiar el choque. Su renovada agresividad permitió al Valencia sumar desde la línea de tiros libres (65-51, m.26).
La persistencia de Enoch, que se disparó hasta los veinte puntos, y cierta relajación en ataque de su equipo, llevó a Jaume Ponsarnau a pedir un tiempo muerto para reconducir a su equipo. Lo hizo de la mano de Vives y Prepelic sin demasiados problemas (77-64, m. 30).
El Obradoiro recuperó a Enoch para tratar de hacer un último intento de complicarle las cosas al Valencia pero aunque el interior estadounidense volvió a anotar, el equipo gallego no pudo frenar las penetraciones de Sastre y los locales tuvieron un plácido final del partido.
Resignación de Obradoiro
El entrenador del Monbus Obradoiro, Moncho Fernández, se mostró resignado tras la derrota de su equipo en la cancha del Valencia Basket por 97-82 y aseguró que hubo más mérito de los locales que “demérito” de sus jugadores.
“El partido ha venido condicionado por el inicio tan brillante del Valencia Basket en el aspecto ofensivo, con acciones de mucha calidad. Hemos sido capaces de reaccionar y hemos llegado vivos al descanso pero nos hemos encontrado con un equipo que lo ha hecho realmente bien”, señaló en una rueda de prensa tras el choque.
El técnico gallego admitió que pudieron estar “un poco mejor en el aspecto defensivo” en la primera parte y que así se lo exigió a sus jugadores pero insistió en que el guión vino marcado más por el acierto local que por otra cosa.
Aún así, señaló que en la segunda parte pudieron haberse acercado un poco más si hubieran metido alguno de los tiros que les concedió la defensa local pero no lo lograron.
Por su parte, el interior del equipo gallego Steven Enoch, máximo anotador del choque con 24 puntos, aseguró que no se dejaron nada en cuanto al “esfuerzo” aunque tuvieron errores en defensa y en ataque que les lastraron.
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