Toni Quintana./EPDA
La actividad ganadera cumple una función esencial, que en las comarcas del interior resulta aún más decisiva si cabe. Además de su indispensable aportación a la hora de proveer de alimentos de origen animal a la sociedad, aun precio asumible por las familias, en las zonas rurales supone también una fuente de ocupación que contribuye a generar economía ligada de manera muy directa al propio territorio, a combatir el despoblamiento e, incluso, a prevenir incendios cuando determinadas cabañas encuentran su sustento en pastos y en esas hierbas silvestres susceptibles de convertirse en un polvorín si se declara un fuego.
Sin embargo, la ganadería ni lo ha tenido ni lo está teniendo nada fácil en los últimos tiempos y el llamado pacto verde europeo y la estrategia de la granja a la mesa entraña el cumplimiento de una serie de requisitos de carácter medioambiental o en materia de bienestar animal que obligan a los profesionales a un sobreesfuerzo inversor que no siempre se ve justamente recompensado con los niveles de rentabilidad que generan sus explotaciones.
No se trata de una cuestión menor y, desde luego, en la Conselleria de Agricultura somos de todo punto conscientes tanto de esas dificultades sobrevenidas a las que acabo de referirme como a los problemas intrínsecos que conlleva un mercado global dominado por una competencia feroz.
Precisamente, y con el objeto de contribuir a superar esos retos tan exigentes que tiene ante sí el sector ganadero, la Generalitat está redoblando su apuesta por la potenciación de las medidas de respaldo y, más en concreto, por las ayudas destinadas a fomentar la competitividad de las empresas dedicadas a la cría y comercialización de productos de origen animal. Tanto es así, que ese tipo de apoyo contará este año con un presupuesto récord de 5 millones de euros, destinados a la implementación de aquellas mejoras que permitan a los ganaderos valencianos incrementar su cuota de rentabilidad y cumplir con los postulados de la Unión Europea y también de una sociedad que cada día concede más importancia a las cuestiones vinculadas al medio ambiente y al bienestar animal.
Estas ayudas vienen a reforzar las actuaciones en esa misma línea de apoyo al sector ganadero que viene desarrollando el Consell y que en los últimos años, y sólo en comarcas, como Utiel-Requena, Valle de Ayora o Hoya de Buñol, se han materializado en subvenciones por importe de casi 1,3 millones de euros. Como decía, el valor estratégico de la ganadería para nuestros pueblos del interior es una cuestión vital que no nos pasa desapercibida en absoluto.
Los ganaderos tienen toda nuestra comprensión y por eso ni entendemos ni compartimos ciertas visiones sesgadas por los prejuicios y el desconocimiento de la realidad que contemplan con recelo la actividad ganadera. No es nuestro caso, el esfuerzo del sector por adaptarse a los nuevos tiempos está siendo enorme y sus profesionales tienen que tener meridianamente claro que van a seguir contando con todo nuestro apoyo.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia