Celebración/EPDA El Villarreal ha realizado este miércoles su habitual ofrenda de la temporada a sus patronos, la Mare de Déu de Gràcia y San Pascual, en un acto en el que ha cobrado especial protagonismo la del título de la Liga Europa obtenida por el equipo en el mes de mayo.
El presidente, Fernando Roig, su vicepresidente, José Manuel Llaneza, así como algunos consejeros del club, han estado en el acto, al que también acudieron el técnico, Unai Emery, y los capitanes Raúl Albiol, Vicente Iborra, Mario Gaspar, Manu Trigueros y Gerard Moreno.
Además, el equipo se ha visto acompañado por el alcalde de la ciudad, José Benlloch, así como por varios miembros de la corporación municipal.
Posteriormente, Roig ha recordado que el club va a estar presente este año en tres competiciones importantes, una de ellas la Liga de Campeones, y que tiene el objetivo de "hacer cosas grandes" en las tres, por lo que ha confeccionado "un gran equipo y una gran plantilla" con los que esperan conseguir buenos resultados para crecer como equipo y como club.
“Nosotros aspiramos a lo máximo, no es fácil, pero ese es nuestro objetivo. Nuestra idea es la de crecer y complicarle la vida a los equipos que están arriba", prosiguió Roig, quien respecto a la situación del delantero Paco Alcácer indicó que el jugador está en fase de recuperación y prácticamente bien, por lo que confía en que pronto entrará en la dinámica del equipo.
Respecto al arranque en la Liga con dos empates sin goles en casa ante el Granada y en la visita al Espanyol, señaló que todos los partidos son complicados, pero que son conscientes de los objetivos que quieren conseguir.
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