Elisa Pérez de Gracia: "El acoso y la violencia que sufrimos las mujeres ha de ser neutralizado con políticas de igualdad"

El machismo está presente en todas las esferas de la vida, está intrínsecamente ligado a la cultura androcéntrica y tiene tal inercia que lo encontramos naturalizado en el ámbito laboral, social, cultural, político, y por supuesto, también en el familiar y educativo. No estoy segura de que cada vez haya menos. Cada vez que avanzamos hay un sector de la sociedad que se revuelve y reacciona.

¿Por qué después de tanta concienciación de que los juguetes no tienen género siguen usando el rosa para las niñas y el azul para los niños?  

Porque los estereotipos de género están tan naturalizados que a veces no se identifican y siguen reproduciéndose desde edades muy tempranas, a veces sin darnos cuenta, la misma clasificación que se producía el siglo pasado, un poco más tecnológica, un poco más moderna, pero al fin y al cabo, la misma. 

 Yo creo que poco a poco ese estereotipo tan claro está siendo superado, a la mayoría de los hombres que conozco la idea de encajar con ese rol les avergüenza. Sin embargo, los roles y estereotipos de género siguen estando muy presentes, a veces pasan desapercibidos pero permanentemente los seguimos reproduciendo a diario ¿Quién se incorpora en los grupos de WhatsApp del cole? ¿Quién se encarga de las tutorías, de los cambios de ropa, de las idas y venidas a las extraescolares…El problema no es tanto que durante las navidades las mujeres tengan más responsabilidades en la cocina… El problema es que esto se produzca durante todo el año, durante toda la vida… 

En los catálogos de juguetes podemos ver Juegos de muñecas, cocinitas y princesas para ellas y superhéroes, coches y balones para ellos, ¿qué supone esto para la conducta de los niños? 

Según las grandes referentes de la coeducación, (como Marina Subirats) los niños son educados y socializados en juegos de acción, más violentos y hace que ellos naturalicen estos comportamientos (superhéroes, guerras...) desde una edad temprana. Las niñas sin embargo se socializan en juegos más tranquilos, asociados a las tareas del hogar o del cuidado. Los niños crecen con la idea de que es importante no comportase como las niñas para ser aceptados por el grupo, incluso por la familia, salvar o proteger a las princesas, estar permanente activos, … Pero los tiempos están cambiando y ya las niñas no quieren ser ese tipo de princesas que son salvadas, sino que también quieren ser protagonistas y tener su propia historia. Y eso tiene un tanto descolocados a algunos niños, jóvenes y adolescentes, que han crecido desenvolviéndose en unos roles y estereotipos. Y ahora están caducos. Las políticas de igualdad suponen un paso al frente para acabar con los estereotipos de género. 

¿Cómo podemos salir las mujeres de las preguntas incómodas, sobre todo en época navideña, del estilo de “se te va a pasar el arroz”, “¿tienes novio?” o “¿la niña para cuándo? f

Yo les diría… ¿para qué lo quieres saber? En realidad, esas preguntas se hacen incluso en entornos igualitarios. A todo el mundo nos las han hecho a una determinada edad, y también incluso las hemos hechos sin pensar alguna vez. Solo la reflexión y la pedagogía puede hacer reflexionar a las personas sobre las consecuencias que tienen estas cuestiones, el mensaje sexista que trasladan, la presión que se traslada fundamentalmente a las mujeres para que cumplan con su rol social. 

Los Reyes Magos, Papa Noel, los Elfos… ¿Deberíamos cambiar la norma e incluir personajes femeninos en la Navidad? f Los personajes femeninos deberían estar presentes durante todo el año, y en todas las disciplinas, en los cuentos, en la magia, en la cultura, en el cine y el arte. La vida no puede imaginarse sin mujeres. 

 Los derechos con llevan obligaciones, eso siempre es así, accedemos a un mes de vacaciones tras once meses de trabajo. Conseguimos acceder a una prestación de desempleo, después de cotizar durante un tiempo. Así que los derechos y las obligaciones están la mayoría de las veces interrelacionados. Las tareas domésticas son algo obligatorio que hemos de hacer cuando convivimos en un hogar, cuando tenemos responsabilidades de cuidado, a la gente generalmente nos gusta poder sentarnos cómodamente en un baño limpio, así que si, debemos acordar con las personas con las que convivimos unas reglas y un reparto de tareas que haga que todas las personas de un hogar asuman sus responsabilidades de manera equitativa. La corresponsabilidad en las tareas del hogar es básica y fundamental para alcanzar la igualdad en otras áreas de la vida. Por ello se ha de promocionar, hay que hacer mucha pedagogía, creo que cualquier persona puede entender que el tiempo es uno de los recursos más valiosos con los que contamos. 

Porque como te decía vivimos en una sociedad que reproduce los estereotipos de género, permanentemente, se usan para vender, para agradar. No todo el mundo juega en la misma liga, ya hay muchas casas de juguetes que están cuestionando ese mensaje, y desde las organizaciones de consumo también se cuestiona ese mensaje. Organizaciones como Unión de Consumidores de Valencia apuestan por incorporar la perspectiva de género en los hábitos de consumo. 

No creo que un solo juguete sea determinante. Todo es educación, lo que leemos, lo que vemos que hace nuestra familia, lo que aprendemos con nuestras amigas y amigos, con lo que jugamos. Creo que puede condicionar tanto lo que no le regalemos a un niño, como lo que le regalemos. Si un niño no ha jugado con bebés, o muñecas ni ha empujado nunca un carrito, ¿por qué va a parecerle normal hacerlo de mayor? 

¿Qué piensas de labor de Irene Montero al frente del Ministerio de Igualdad? 

Los avances que se han producido estos últimos dos años durante su mandato son indudables. Los más evidentes son la publicación de dos normas en 2020 que obligan a las empresas a realizar auditorías salariales dentro de sus planes de igualdad. Sin embargo desde el punto de vista de las profesionales de las políticas de igualdad consideramos que para que esas políticas de igualdad tengan un impacto positivo, se ha de contar con profesionales. Igual que cuando diseñamos un edificio contratamos con profesionales de la arquitectura, o confiamos en profesionales de la medicina para una intervención quirúrgica, las políticas de igualdad no pueden quedar en manos de aprendices. 

¿Llegará el día en que terminemos con la violencia machista? 

Ojalá que si, pero por desgracia los indicadores nos alertan de que estamos aún muy lejos de ese día. El acoso y la violencia que sufrimos las mujeres en todos los espacios de la vida, no solo en el familiar, sino en las redes sociales, en el ámbito laboral, en lo económico, en la comunicación y los mensajes que se lanzan de los medios de comunicación, ha de ser neutralizado con políticas públicas de igualdad.