Javier Sanchís. EPDA
Pasan los años y estos son irremisibles para todas las personas. Nadie creía que iba a llegar el día, pero ese día llegó. Nuestro querido párroco de la Parroquia del Salvador y la Saleta, Don José Luis López, se ha jubilado tras 36 años de servicio a la Iglesia de Aldaia.
La huella que deja en la comunidad cristiana de nuestro pueblo es enorme y muy difícil de igualar. Un hombre cercano, humilde, generoso y buena persona, que es muy querido por sus vecinos y vecinas. El ha sembrado cariño y respeto en estas casi cuatro décadas de apostolado en “su parroquia de la Saleta”, y por tanto, se nos hace difícil a todos los que le hemos conocido, decirle adiós.
Sin embargo, esta despedida tiene que estar acorde con la grandeza y relevancia de su figura. Y es por tanto, que el Ayuntamiento de Aldaia, tras la solicitud de varios grupos municipales, entre ellos nuestro Grupo de Ciudadanos, de tener que hacerle un homenaje totalmente merecido, se ha decidido iniciar el expediente para nombrarle HIJO ADOPTIVO DE ALDAIA.
Don José Luis, es indiscutible merecedor de esta distinción, ya que se considera un “aldaiero” más. Cuando lo veía por las calles, y hablábamos de diversos temas, casi siempre finalizaba con un “¡Oye tu, que yo soy más aldaiero que el Campanario!”, decía con su característico humor socarrón
Un valenciano del barrio de Benicalap, pero tan “aldaiero” como el que más. Una persona que desde que le fue encargada la Parroquia de la Saleta, en 1985, ha querido involucrarse en los problemas sociales que sufrían los vecinos de su “barriada”, y por extensión de Aldaia, y ayudar a todas aquellas personas que estaban necesitadas.
Recuerdo con nostalgia, yo tendría unos seis años, iba a misa de la mano de mi tía Carmen, y al acabar la misa, me obsequiaba con una bolsa de caramelos, y en alguna ocasión, una bolsa de “hostias sin consagrar”, advirtiéndome de no comerlas todas a la vez. Como también recuerdo, que fue profesor de Religión, cuando yo era estudiante en el Instituto Salvador Gadea, y me puso la única “Matrícula de Honor” de mi clase.
Sin duda alguna, la Parroquia de la Saleta, pierde un gran “cura”, pero también gana otro, que estoy seguro, va a estar a la altura de Don José Luis. Se trata de Don Francisco Furió, párroco de La Anunciación, y nuevo titular de La Saleta. Mi más sincera enhorabuena por su nombramiento y desearle lo mejor en su nueva etapa.
Y a Don José Luis, desearle un merecido descanso y darle las GRACIAS POR TODO. Su mensaje de PAZ, JUSTICIA, AMOR Y RESPETO, sigue intacto en nuestros corazones.
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