Isabel antes del incendio
Isabel con las quemaduras a la vistaYa han pasado 22 meses y
todavía la tragedia del tren que fue sorprendido por las llamas en término de
Viver por el incendio forestal que el 14 de agosto de 2022 se inició en Bejís y
que afectó a nueve municipios de la comarca del Palancia, sigue vivo entre
muchos de sus ocupantes.
Son 22 meses sin respuestas,
sin resarcimiento, sin compensación, sin responsables y sin soluciones por más
que desde los organismos públicos se repiten intenciones y compromisos en torno
a la solidaridad y las promesas de ayuda para los afectados.
El daño sin embargo sigue
siendo tremendo entre los 25 ocupantes de las 48 personas que viajaban en ese
‘tren de fuego’ que partió de Valencia y nunca llegó a Zaragoza.
La tragedia sigue
permanentemente activa en la mente de los heridos y también en sus cuerpos,
además de consecuencias difícilmente reparables en su salud y en sus
circunstancias personales.
Es el caso de Isabel Irlandés,
una mujer de 45 años, natural de Barcelona que se dirigía a Pina de Montalgrao, “al pueblo de mis
abuelos, de vacaciones con mis dos hijos cuando nuestro tren se metió de lleno
en un incendio de 20.000 ha totalmente descontrolado”; “de hecho –añadía- donde
el tren paro nos encontrábamos a tan sólo 10 km de mi destino”, señala esta
pasajera que ha quedado marcada por las llamas.
“La maquinista me indicó que si
no quería morir quemada bajara del tren a las vías y saliera corriendo a través
del fuego”. Isabel siguió el consejo “pues yo sólo pensaba en sacar a mis hijos,
que entonces tenían 5 y 10 años, de aquel infierno”; pero la consecuencias
fueron funestas: “envié a mi hija a correr por las vías, pero mi hijo pequeño y
yo quedamos atrapados por las llamas y tuve que protegerlo con mi cuerpo”.
A pesar de ello, tanto la madre
como el niño padecieron el terrible efecto del fuego sobre su piel: “me quemé
el 20 por ciento del cuerpo; tengo injertados media cara, el brazo izquierdo
entero y la pierna izquierda. Mi pequeño también tiene heridas de segundo grado
en el brazo y en la pierna”. Tras recordar lo sucedido Isabel lamentaba su
situación: “mis secuelas son de por vida; aún estoy pendiente de un par de
operaciones, sigo de baja, he perdido el trabajo y también la vivienda donde
estaba por no poder pagar el alquiler. Padezco de un trastorno de estrés
postraumático, ansiedad, vértigos, pensamientos intrusivos y depresión; todo
ello a consecuencia del accidente. Mi hijo pequeño tiene un trastorno de la
comunicación y lenguaje derivado también del accidente y quemaduras de segundo
grado”.
Isabel acusa directamente al
gobierno de Ximo Puig “por no asumir ninguna responsabilidad”; también a Renfe,
Adif y Protección Civil “que nos dejaron abandonados” además de que “la
asistencia sanitaria tardó una hora en llegar a nosotros”.
La afectada incidía en la
situación actual: “22 meses después nadie nos ha indemnizado ni asumido
responsabilidades”. Y es que el expediente se encuentra aún archivado en el
Juzgado de Primera instancia e Instrucción de Segorbe a pesar las presiones y
las peticiones de los abogados que reclaman su reapertura, “Creíamos que con el
último informe de la guardia civil de Burriana el correspondiente juez del
juzgado número uno de Segorbe reabriría el caso. Tenemos constancia de que este
informe está en su poder desde hace más de un mes y aún no se ha reabierto”
señalaba.
Isabel contó que a principios
de mayo falleció la víctima más afectada por quemaduras del tren: “ella estaba
en tratamiento por cáncer y tuvo que posponer el tratamiento debido a las
grandes quemaduras que sufrió en el accidente”.
También consideró obvio y
urgente que “debe de haber una compensación económica y responsabilidad política para todas las víctimas que
estábamos en el tren”. En su caso los gastos desbordan sus posibilidades
económicas, “los gastos económicos que me está suponiendo las consecuencias del
accidente me han superado como persona. Tengo gastos de más de 400 € mensuales
entre psicólogos, psiquiatras, terapias, fisioterapias y farmacia. Estos gastos
actualmente no los está cubriendo nadie y me he visto obligada a iniciar una
campaña de recaudación de fondos para gastos médicos”. Para ello ha abierto
un cuenta con el número ES3025 0005 8114 3332
8308 o a través de Bizum: 606 88 7992
De la experiencia personal en
todo este lamentable suceso Isabel está preparando un libro en el que cuenta la
tragedia de tener que salvar la vida de sus dos hijos: “pretende remover
conciencias y ayudar a aquellas personas
que están pasando por un momento similar en sus vidas”, concluyó.
https://www.instagram.com/reel/C7mXDG8NVmu/?igsh=MTE3bHZzd3FuN3FwaA==
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