Pie de foto:/ Óscar Gil, en una sesión de entrenamiento en Oropesa. Foto: CD Castellón. De Primera Federación a Segunda División hay un salto cualitativo indudable. Y el CD Castellón, pese a que se está adaptando todavía a la categoría de plata, lo está notando. Cierto es que por ahora se han disputado únicamente cuatro jornadas y la Liga Hypermotion es muy larga. Al cuadro orellut, con un calendario complicado para iniciar la competición, le están costando puntos los despistes defensivos.
El claro ejemplo es la última derrota ante el Cádiz, situación por la cual el CD Castellón no ha sumado la victoria como local en los dos primeros encuentros disputados en el SkyFi Castalia. En menos de diez minutos, tras la reanudación, el conjunto gaditano sentenció un partido que, visto lo visto en la primera mitad parecía igualado. Pero esas desconexiones que tiene el equipo de Dick Schreuder las está pagando caras, porque, de lo contrario, llevaría algún punto más que otro en el casillero.
No obstante, es una situación que no preocupa al cuerpo técnico porque es un proceso, como ya ha apuntado en varias ocasiones el técnico neerlandés. Y la filosofía de juego del equipo es inamovible, eso es un hecho. Con sus pros y sus contras, esos errores en los pases e incluso de concentración, han hecho que ese motivo se amplifique. Lo mismo ocurre en la parcela ofensiva, el Castellón genera muchas llegadas y ocasiones, pero hasta el momento no se está traduciendo en goles, ya que sin contar el de penalti de Suero ante el Cádiz, el equipo lleva solo dos tantos en los primeros cuatro partidos.
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