La joven Marta Calvo. EPDA La angustia por la desaparición de Marta Calvo, la joven de Estivella de 25 años que lleva en paradero desconocido desde hace casi un mes, aumenta con el paso de las horas. El objetivo prioritario de la Guardia Civil es localizar al principal sospechoso, Jorge P. J. de 45 años, del que se teme que pueda haber huido del país. La vivienda de Manuel en la que residía de alquiler este hombre fue el último lugar en el que se sitúa a la chica gracias a la ubicación que envió a su madre a través de WhatsApp. El olor a lejía que había en el inmueble de la calle Juan Bautista cuando se pudo acceder él días después de la cita desató las alarmas. Los encargados de la investigación reconocer que ya “tememos lo peor”.
Según fuentes de la investigación, la Guardia Civil está registrando este jueves un piso del sospechoso en la localidad valenciana
de L'Olleria, situada a unos 30 kilómetros al sur de Manuel, para hallar
pistas del paradero de la joven de 25 años. Se ha podido constatar que Jorge P. J. estuvo en ese inmueble de L'Olleria después de haber estado con la desaparecida, por lo que la inspección del piso puede dar alguna pista sobre lo ocurrido.
Mientras, los agentes continúan registrando a
fondo la vivienda del sospechoso, situada en las afueras de Manuel, en
busca de indicios. Los investigadores se afanan para encontrar cualquier pista en el inmueble que posibilite saber dónde está la joven. Los expertos tratan de hallar restos biológicos, como sangre, en un lugar que fue limpiado exhaustivamente con productos industriales, lo que complica la labor del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil y de los agentes del laboratorio de Criminalística de València. En una segunda fase del registro en la casa donde se supone que estuvo Marta, los especialistas van a ir más allá levantando suelo y zócalos para inspeccionar hasta el último rincón en busca de una pista sobre lo que pudo haber pasado esa madrugada de noviembre.
En los últimos días, el operativo de búsqueda se ha ampliado, y al rastreo por tierra se le
ha sumado el uso de helicópteros. Además, se prevé usar lanchas en el
caso de tener que tantear algún humedal. Agentes se la Sección de Homicidios, Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil también se trasladaron esta semana a la zona para participar en la investigación a la que ya se le ha dado "máxima prioridad". Perros adiestrados del instituto armado, especializados en la localización de personas, están rastreando cada rincón de la localidad de 2.500 habitantes en la que, al parecer, Marta había quedado con un hombre al que conoció por una web de citas. Fue sobre las 5.55 horas de ese día 7 de noviembre cuando la chica contactó con su madre desde este pueblo para enviarle su ubicación. A partir de ese momento, se le perdió el rastro. El teléfono móvil de la joven estaba apagado y fue su progenitora la que, alertada por esta circunstancia, denunció los hechos ante las fuerzas de seguridad tras comprobar que tampoco estaba en el piso de València donde residía.
El Delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, ha asegurado que el escenario se presenta “duro”, y tanto las autoridades como la familia se preparan para lo peor.
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