El Cristo de las Mercedes pasando por la Puerta de Teruel de Segorbe Los cofrades de la Santísima
Trinidad de Segorbe, fueron los último en procesionar por las calles de Segorbe
antes de la pandemia y van a ser los primeros en esta nueva edición de la
Semana Santa, dos años después.
Y es que algo más de medio centenar de personas
entre cofrades y devotos, han participado esta noche en Segorbe, en la
Procesión del Silencio organizada por la Cofradía de la Santísima Trinidad
coincidiendo con el primer viernes de Cuaresma.
La
comitiva, presidida por el Santísimo Cristo de las Mercedes, recorrió varias
calles del casco antiguo y del entorno de la iglesia de San Joaquín y Santa
sede de la citada cofradía, así como por las murallas medievales, el acueducto
y el arco de la torre de la Cárcel. Los cofrades portaban su indumentaria
tradicional, la peculiar vesta morada, prenda que cubre todo el cuerpo con
capucha a la espalda y una amplia cola de hasta cinco metros que es arrastrada
por el suelo al caminar.
Con
anterioridad a la procesión se celebró una entrega solidaria de alimentos no
perecederos o una limosna con destino a Cáritas de Segorbe y su labor de apoyo
a las familias necesitadas de la ciudad.
La
Procesión del silencio se recuperó hace unos años, recorriendo un itinerario
similar al que se hacía en el siglo XVII. Durante el itinerario se procede a la
lectura de la Pasión, subdividida en catorce fragmentos. Es el único sonido que
se escucha en todo el trayecto.
Se trata de un desfile procesional muy austero
que por sentencia inquisitorial de principios del siglo XVII quedó prohibida.
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