PEDRO MOLERO.
PEDRO MOLERO
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidirá el
próximo domingo día 14 en la Catedral la solemnidad del Corpus Christi, con la
celebración a partir de las 10:30 horas de la misa de pontifical seguida de una
procesión claustral por el interior de la Seo.
Este año, debido a las circunstancias especiales con motivo de la
pandemia, ha tenido que ser cancelada la habitual procesión eucarística que
recorre cada año por la tarde las calles del centro de Valencia con la custodia
de la Catedral, considerada la más grande del mundo.
En su lugar, el Cardenal presidirá una procesión claustral
llevando una pequeña custodia con el Santísimo, acompañado por dos canónigos, y
en cada una de las puertas de la Seo, que permanecerán abiertas, realizará una
bendición a la ciudad y a la diócesis.
Singularidad de la procesión de
Corpus de Valencia
La Procesión del
Corpus de Valencia no es un acto exclusivamente religioso, históricamente tiene un gran componente
civil, social, antropológico, cultural y
popular, en la que se participa
individual o colectivamente, a través de estamentos, corporaciones,
instituciones, entidades, sociedades o gremios,
bajo la organización de por los
Cabildos Catedralicio y Municipal, especialmente el Municipal, dado que desde
la primera Procesión, en 1355, el Consell
de la Ciutat se hizo cargo de su dirección técnica y patrocinio económico,
para lo que comisionó a funcionarios y ujn administrador dedicados a ella,
asignándole una casa social, la de Les
Roques, guarda de las Rocas y del utillaje e indumentaria utilizada en los
diversos actos de la fiesta del Corpus, calificada como la festa grossa de la ciutat, para la que dictó normas y
disposiciones y contrató mediante los procedimientos administrativos habituales
los servicios necesarios para su mejor desarrollo de la fiesta.
La Procesión llegó
a ser utilizada políticamente por el Consell
de la Ciutat como instrumento para intentar congraciarse con la poderosa
económicamente comunidad judía de Valencia y mejorar la convivencia
ciudadana, muy afectada por las graves
tensiones existentes entre las tres religiones y culturas cristiana, judía y
musulmana que coexistíeron varios siglos en Valencia. Al ser los judíos
creyentes en el Antiguo Testamento, al igual que los cristianos, pensaron que
potenciando todo lo veterotestamentario en la Procesión atraerían la simpatía de
los judíos y ayudaría a mejorar la
convivencia. Por esta razón, lo veterotestamentario predomina en el desfile
procesional.
En el origen de la institución de la
fiesta del Corpus Christi en la Iglesia Universal está el Miracle de Llutxent (1239), Valencia, y tradicionalmente este hecho
ha sido considerado como uno de los motivos que llevó al Papa Urbano iv a establecerla mediante la Bula Transiturus de hoc mundo, mientras
que en el origen de la procesión
del Corpus en Valencia está el Miracle
dels Peixets(1348), ocurrido entre Alboraya y Almàssera, Valencia, que
aprovechó el Obispo Hugo de Fenollet para conseguir se hiciera en la ciudad la primera solemnial e general provessó del
Corpus (1355).
La danza de la Moma es la singular,
exclusiva y representativa de la fiesta de
Corpus, que sólo es bailada en esta fiesta. La Moma está representada por un hombre vestido con
ropajes femeninos blancos, al estar en la tradición la prohibición de que
bailara ninguna mujer en la procesión, y los Momos (los vicios o pecados) son
también danzantes masculinos. El teatro laico en Valencia nació de los misteris de Corpus, que aprovechó su experiencia, escenografías e
infraestructuras, para independizados los grupos, compañías y obras iniciar la
actividad teatral no religiosa.
La autoridad civil municipal, y el
propio Rey, creó normativas para reglar la procesión, modificando calles y
plazas para su mejor discurrir por la estrecha trama urbana de la ciudad,
estableciendo normas y ordenanzas, que la regulaban y obligaban a los vecinos a
tenerlas en perfecto estado de limpieza y decoro.
Más allá de la separación de la Iglesia y
el Estado
La Procesión de Corpus de Valencia
es Bien de Interés Cultural Inmaterial por Decreto 92/2010 del Pleno del Consell de la
Generalitat Valenciana celebrado el 28 de mayo de 2010, de 29 de mayo, a
propuesta de la Conselleria de Cultura y con el informe favorable del Consell Valencià de Cultura y de la Real
Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Entre los razonamientos que
fundamentan el Decreto está la permanente colaboración del Consell de la Ciutat con el Cabildo Catedralicio, que “más allá de
la necesaria separación constitucional entre el Estado y la Iglesia, supone un
valor adquirido durante más de seiscientos cincuenta años, así como también un
privilegio que ha servido para construir no solamente algunos rasgos más
relevantes de la forma en que los valencianos celebramos la fiesta, sino
también ha organizado el espacio de la ciudad, de manera simbólica y real, que
facilitase el buen desarrollo de las diversas actividades consuetudinarias que
componen la fiesta, especialmente la Procesión General”. El texto normativo
dice que la “especial pervivencia hasta nuestros días, convierten a la Festa del Corpus no solamente en un
elemento singular, sino y sobre todo digno de la mayor protección que la Ley
del Patrimonio Cultural Valenciano otorga a aquellos elementos del llamado
Patrimonio Inmaterial o Intangible.” Describe la procesión como “una fiesta
total, típica y tópicamente mediterránea, y sobre todo muy valenciana.
Posiblemente la más valenciana de todas las celebraciones cristianas de la
Comunitat Valenciana”.
La Procesión es un “lugar de
catequesis” de la Iglesia de Valencia, donde se informa al tiempo que se
confiesa la fe que celebrada en el interior del templo es manifestada y
expuesta a los demás en el exterior, en las calles y plazas de la ciudad.
Catequizar es transmitir, comunicar, cumplir con el mandato de Jesús dado a los
apóstoles para que difundieran lo que habían visto y oído de Él. La labor
catequética desempeña un papel esencial en las tareas de Evangelización y tiene
por deber imperioso encontrar el lenguaje idóneo que le permita realizarse y
desarrollarse como acto de comunicación. El proceso comunicativo audiovisual es
una de las aportaciones más valiosas del lenguaje a la catequesis, porque
activa todas las fibras de la personalidad, tanto las emotivas como las
racionales. La catequesis pretende una mejor comprensión de Jesús y su
misterio.
La Procesión es un “poema teofórico”
en honor a Jesucristo presente en la Eucaristía, en la que se describe la
Historia de la Salvación escenificada en la vía pública. Es una peculiar manera
del pueblo de “leer la Biblia”, de acceder a la intelección de las Sagradas Escrituras.
La procesión, expresiva y plástica,
ha estado siempre al servicio de la Biblia, conjugando en su dinamismo los tres
elementos básicos de la comunicación: lo descriptivo, lo interpretativo y lo
proyectativo, acción catequizadora de refuerzo, lúdica y visual, abierta a
todos, creyentes y no creyentes, instrucción generalista dirigida a suscitar
sentimientos y preguntas, a mover voluntades, a informar y formar a gentes de
cualquier edad y condición sobre Jesús Eucaristía.
La procesión de Corpus de Valencia
es Teología Narrativa de la Biblia hecha
con un lenguaje artístico popular, claro, sencillo, legible, comprensible,
didáctico, muy eficaz a lo largo de la
historia, especialmente en las épocas donde la falta de instrucción y
alfabetización de la gente limitaba el acceso al conocimiento intelectual de
las verdades y misterios de la fe. Desde
el siglo xiv, la Procesión ha
venido realizando el objetivo deseado por el Concilio Vaticano ii que instó a superar los reparos que
dificultan el acceso del pueblo cristiano a las Sagradas Escrituras en su
integridad y en su propia lengua y a progresar en el conocimiento sobre el contenido y las
características de cada libro sagrado y su interpretación, objetivos del actual
movimiento bíblico.
La Procesión tiene muy en cuenta la
Historia de la Salvación, la Historia de Amor de Dios con su pueblo, con el
hombre, en la que Jesús es punto de referencia para el ser humano. Cristo es centro de la Historia de la
Salvación, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento y en la procesión se
engarzan distintos pasajes de la Biblia, fundamentalmente del Antiguo
Testamento, que forman parte del esquema salvífico, desde la Creación del
Universo y el ser humano hasta el Cristo Encarnado, Muerto y Resucitado,
Victorioso y presente en la Eucaristía.
En la procesión aparecen los personajes y
alegorías más importantes de la Biblia que prefiguran a Jesús, conformando una
catequesis kerigmatica, síntesis de la Historia de la Salvación, y misionera,
connotación ésta que es la misma de la primera
catequesis de la Iglesia primitiva. Desde sus orígenes, la procesión
nunca perdió su fuerte connotación bíblica, que, por el contrario, sí perdió la
Iglesia entre los siglos viii al xvi, la que volvería a recuperar a partir lentamente
desde el siglo xvii al Concilio
Vaticano ii. En la segunda mitad
del siglo xx, gracias al Concilio
Vaticano ii se volvería plenamente
a la catequesis kerigmática original de la Iglesia primitiva, al tiempo que se
le sumaría a la catequesis la característica antropológica, al tener en cuenta
también el destinatario del mensaje.
La procesión es un homenaje público
litúrgico-popular a Jesús Sacramentado, un poema en honor de la Eucaristía, en
el que se conjugan Sagrada Escritura, dogma, y la historia eclesiástica y civil
de Valencia, que hace que la Historia del Corpus de Valencia sea Historia misma
y viva de Valencia, además de que refleja cómo son los valencianos, sumergidos
siempre en el océano de la estética, el ingenio y la creatividad.
La procesión de Corpus de Valencia se adelantó dos siglos
al Concilio de Trento respecto a algunos de sus postulados en materia
catequética, evangelización, reafirmación de la fe ante herejes, judíos y
musulmanes, liturgia, devociones, culto, usos y costumbres. Fue de Contrarreforma
mucho antes de que la Iglesia impulsara la Contrarreforma, de afirmación
católica ante el fenómeno protestante, que además en Valencia sirvió de
reafirmación ante la presencia delas fuertes comunidades judías y musulmanas
que coexistían en la ciudad.
Fotos, Pedro
Molero
Portada Amics del Corpus.
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