Imagen de la plantación de marihuana desmantelada en Sax (Alicante) facilitada por la Guardia Civil. La Guardia Civil ha desarticulado una banda dedicada al cultivo y tráfico de marihuana en Sax (Alicante), cuyo líder se beneficiaba de una ayuda subsidiaria, tras detener a sus seis integrantes y desmantelar una plantación de esta droga de grandes dimensiones en una nave industrial arrendada por el grupo.
El instituto armado ha informado este viernes en un comunicado de esta operación, denominada 'vivas saj.', en la que se intervinieron también 4.920 plantas adultas y 131 kilogramos de cogollos secos durante el registro llevado a cabo en esa nave industrial.
Los sospechosos fueron arrestados el pasado martes tras seis meses de investigación y han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Villena (Alicante), que ha decretado el ingreso en prisión para tres de ellos, entre los que se encuentra el supuesto cabecilla, según han indicado a Efe fuentes de la Guardia Civil.
A los seis detenidos, de nacionalidades serbia y uruguaya, se les imputan un delito contra la salud pública, por cultivo y elaboración de droga, otro de defraudación de fluido eléctrico de 128.000 euros, nueve de falsedad documental, otro de blanqueo de capitales y otro de pertenencia a organización criminal.
La plantación estaba instalada en el interior de una de las dos naves industriales situadas dentro de una finca de dos hectáreas, la cual había sido arrendada por los presuntos delincuentes con la finalidad exclusiva de cultivar la droga.
El perímetro del recinto contaba con un completo sistema de vídeo vigilancia y con varios perros guardianes.
Para realizar los contratos de alquiler y de abastecimiento energético necesario para mantener activo el cultivo, los traficantes utilizaban la identidad de una persona.
El grupo estaba dirigido por un serbio de 45 años, quien realizaba los contratos de alquiler de la finca y de suministro eléctrico y de agua bajo una identidad usurpaba, de un ciudadano búlgaro que no tiene relación con la banda.
Se beneficiaba de una ayuda subsidiaria con la que justificaba sus ingresos, a pesar de lo cual llevaba un elevado nivel de vida: vivía en una urbanización con todos los servicios de una zona adinerada de Alicante y poseía dos vehículos de alta gama (un turismo y una motocicleta).
Por su parte, su mano derecha se encargaba de la instalación y mantenimiento del sistema de abastecimiento de riego e iluminación del cultivo, mientras que otro de los miembros tenía el cometido de vigilar la plantación de forma permanente. Ambos pernoctaban en la finca.
Puntualmente, una vez llegado el momento de la recogida de la cosecha, contaban con el apoyo de otros dos integrantes de la banda, quienes pelaban las plantas y preparaban los cogollos para el secado.
Todo el capital manejado por los presuntos delincuentes procedía del tráfico de drogas.
Uno de los detenidos colaboraba supuestamente con el grupo en el blanqueo de capital obtenido con la actividad ilícita y tenía contratado de forma ficticia al líder de la organización para una empresa que posee en Onil (Alicante).
Además de las 4.920 plantas de marihuana y los 131 kilogramos de cogollos secos listos para ser distribuidos, los agentes han intervenido 634 euros en efectivo y dos turismos directamente relacionados con la actividad criminal: uno de ellos, empleado para las labores del grupo y el otro, adquirido con la identidad falsa del cabecilla.
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