Imagen de archivo de la rectora de la UJI, Eva Alcón (d), en un acto junto al president de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Universidades, Josefina Bueno. EFE/ Domenech Castelló
El Claustro de la Universitat Jaume I de Castellón ha suspendido el proceso de elaboración del presupuesto para 2023 para negociar con la Generalitat un Plan Plurianual de Financiación que cubra las necesidades reales de funcionamiento porque las actuales cuentas "comprometen seriamente su actividad" y no se puede garantizar, por ejemplo, el pago de nóminas.
Además, de manera unánime, ha apoyado a la rectora, Eva Alcón, para que, en nombre del Claustro, reivindique "con fuerza" una financiación justa para la UJI, según fuentes de la institución.
La diferencia entre los ingresos ordinarios consignados al anteproyecto de presupuestos autonómicos y el gasto real de la Universidad para 2023 asciende a 16,3 millones de euros.
La UJI plantea cubrir parte de este déficit con 8,5 millones de remanentes propios de tesorería, pero, aun así, la diferencia de 7,8 millones de euros restantes para equilibrar las cuentas hace "inviable" realizar un ajuste sin "comprometer seriamente" la actividad de la Universidad.
El presupuesto previsto para la UJI por parte de la Conselleria de Universidades deja sin cubrir 7,1 millones de euros del capítulo de personal para compensar el aumento de costes por la aplicación de complementos por normativa estatal y autonómica y por la estabilización de plantilla y nuevas necesidades de personal.
Por tanto, según las mismas fuentes, "con la previsión de ingresos actuales la Universidad no puede garantizar el pago de las nóminas".
Esta situación "crítica" se ve agraviada por el incremento de los gastos energéticos y de contratos de servicios esenciales, que suman un déficit adicional de 4,8 millones de euros que tampoco está cubierto, y por el plan propio de inversiones para hacer frente a obras en ejecución, adecuación de espacios docentes y proyectos de rehabilitación energética y uso de energías renovables.
Para hacer frente a este incremento de gasto en servicios esenciales y obras prioritarias, la UJI aportará 8,5 millones de remanentes de tesorería.
"La situación es realmente preocupante y, aunque se trata de un momento inicial de elaboración del PPF, es muy difícil que sin recursos adicionales y sin una reconsideración importante de la propuesta de distribución de los recursos para el sistema universitario se pueda mantener el servicio público que actualmente presta la UJI", según ha asegurado el vicerrector de Planificación Económica y Estratégica, Modesto Fabra.
Las incertidumbres en las estimaciones de ingresos y los gastos no cubiertos "son de tal magnitud que resulta aconsejable alterar el proceso de elaboración del presupuesto y suspenderlo hasta disponer de más información, aunque esto pueda comprometer su aprobación antes de que acabe el año y la aplicación de una prórroga presupuestaria a partir de enero", ha agregado.
Ante el Claustro de este jueves, la rectora ha presentado las Líneas de Gobierno para 2023 porque, como universidad pública, ha dicho, "no podemos renunciar a la responsabilidad de prestar el mejor servicio público posible a la sociedad y dar respuesta a los desafíos sociales, presentes y de futuro".
Sin embargo, a pesar de que este documento representa una hoja de ruta "realista, responsable y asumible", en un contexto de tanta complejidad, su despliegue "estará condicionado al establecimiento de una financiación que cubra el gasto real de funcionamiento de la Universitat Jaume I", ha advertido Eva Alcón.
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