Las claves del fenómeno El Ministerio del tiempo

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No es una serie de grandes audiencias, pero los espectadores que la siguen -que aún así son muchos- son de los más fieles. Se ha convertido en un oasis en la parrilla de la televisión pública y ha escrito con nombre propio su página en la historia de la televisión. El Ministerio del tiempo se ha ganado la ovación de crítica y público y cuenta con una legión de seguidores, los ministéricos, que ayudan a que esta original serie continúe con fuerza en la programación de TVE. ¿Qué tiene EMDT que gusta tanto?

Los secretos de su éxito

Estrenada en 2015 y producida por Onza Partners y Cliffhanger, fue creada de forma brillante por Pablo y Javier Olivares y entre sus actores principales cuenta o ha contado con nombres tan populares como Rodolfo Sancho, Aura Garrido, Nacho Fresneda, Cayetana Guillén Cuervo, Hugo Silva, Juan Gea, Francesca Piñón o Jaime Blanch, entre otros.

1. Por ser una de las primeras series de televisión en España que aúna ciencia, historia y fantasía. Rara vez tratada en nuestra tele.

2. Presenta personajes históricos con arquetipos fácilmente reconocibles por el espectador como Lope de Vega o Espínola.

3. Por su calidad hay quienes la comparan con una serie mítica de la televisión británica, Doctor Who.

4. Se atreve con un personaje lésbico, sin tapujos. Irene (Cayetana Guillem Cuervo) es sin duda uno de los personajes más aclamados.

5. No es una serie al uso, en ella los personajes femeninos son poderosos, en igualdad de condiciones a los de los hombres. Sin prejuicios.

6. La calidad del guión y las historias adictivas provocan un auténtico enganche en cada capítulo de la serie.

7. No faltan las tramas de amor o mejor dicho de tensión amoroso-sexual no resuelta, algo que nunca falla en una ficción.

8. Respira un amor por la historia que merece la pena aplaudir ayudándonos a viajar en el tiempo desde el sofá de casa.

9. Brillante ambientación que ayuda a recrear como toca la realidad que quiere mostrar la serie.

10. Una enorme expectación en redes sociales, un gran éxito en su visionado online (que debería replantear cómo se miden las audiencias en este país) y un fenómeno fan sin precedentes.