Enrique Herranz./EPDA La Historia siempre es narrada por los vencedores, eso es
algo que todos sabemos. Pero no es del todo cierto, no toda la historia es narrada
por alguien que venció, la mayor parte de las veces es transmitida por la gente
corriente, la que se dedica a vivir, a trabajar, a educar a sus hijos. Por
fortuna, España es un país con una larguísima tradición de documentación,
siempre hemos recogido en negro sobre blanco aquello que acontece en nuestras
vidas, sea o no una odisea fabulosa. Así, la historia nos es narrada desde la
intimidad de lo corriente y moliente, lejos de los excesos del poder y de las
soflamas de los gobernantes. Hay una historia compuesta de historias.
Una joven
asociación cultural chivana nos lo demuestra con la ingente cantidad de datos
históricos que están sacando al público. Unas veces contando grandes hazañas
llevadas a cabo por la gente de la Villa, otras, acercándonos a las vidas de
chivanos que destacaron enormemente en sus trabajos, y otras, sencillamente
exponiendo cómo era la vida en un determinado momento de nuestra historia
municipal.
El Centro de
Estudios Chivanos, en apenas dos años desde su constitución y no habiendo
solucionado aún los problemas inherentes a la creación de nuevas asociaciones,
ha podido demostrar con el ejemplo, que hace más el que quiere que el que
puede, que descubrir toda la documentación relativa al pueblo desde
prácticamente el s.XIII no era tan dificil, que explicarle a la gente de dónde
vienen sus costumbres no es malo, que se puede trabajar junto a otras
asociaciones por un bien mayor, que se puede trabajar por tu municipio sin
necesidad de tener una nómina costeada por el erario público y que la verdad,
como concepto narrativo de la historia, siempre es mejor que la tergiversación
de la misma por otros motivos.
Tres libros,
cientos de artículos en su web (www.estudioschivanos.org), la gestión del
primer y único museo de Chiva y la próxima creación de un archivo histórico,
además de otros ilusionantes proyectos en incubación, nos hablan del carácter
con que el C.E.CH. encara su futuro. Como en todos nuestros municipios, el
tejido asociativo es capaz de proporcionar aquello que las administraciones
locales nunca consiguen, que es llenar las vidas de los ciudadanos de aquellas
cosas que les hacen felices. Sea la historia, los bailes de salón o la defensa
de nuestro medio ambiente.
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