El fotógrafo burrianense Manolo Navarro ha sido elegido por la FEFPI (Federación de Profesionales de la Imagen), mejor fotógrafo del año en la categoría de Reportaje. En la imagen, Navarro con un par de las fotos presentadas a la calificación. EFE/ Doménech Castelló
Una serie de tres
fotografías de "bous al carrer" tomadas en Catí, Borriol y Castelló
han brindado al fotógrafo de Burriana Manolo Navarro el premio al mejor
fotógrafo europeo en reportaje gráfico del 2022, un reconocimiento que ve como
un aval al trabajo de cuatro generaciones al frente de un estudio centenario.
En declaraciones a
EFE, Navarro asegura sentirse muy emocionado con este premio otorgado por la
Federación de Fotógrafos Profesionales Europeos (FEP), pero no quiere olvidarse
de sus colegas españoles que han obtenido otros premios en el mismo certamen y
de quién destaca su valía.
La Federación de
Fotógrafos Profesionales Europeos ha introducido desde 1999 un único sistema de
calificaciones que es reconocido y aceptado por las veintiuna asociaciones de
diecinueve países de toda Europa que conforman la entidad.
UNA GALA EMOCIONANTE
Este "Golden
Camera" le fue otorgado en una gala en Roma celebrada el pasado lunes, en
la que también se premiaron otras categorías como fotografía periodística, de
boda, retrato, comercial o deporte para los que el jurado tuvo que analizar
50.000 obras de autores de 36 países diferentes.
Navarro acudió a la
gala sabiéndose finalista entre los diez mejores trabajos, pero el ganador se
desveló en una noche en la que se llevó una sorpresa "muy grata y
emocionante" que le llevó al escenario a recoger el galardón y donde quiso
hacer un guiño al mundo taurino -y también a sus compañeros compatriotas-
figurando que toreaba con una bandera española que había preparado para la
ocasión.
No en vano, asegura,
"hubo un total de veintiún fotógrafos españoles nominados", todos
ellos miembros de la Federación Española de Profesionales de la Fotografía y de
la Imagen (FEPFI), con quienes hace "piña".
El fotógrafo de
Burriana obtuvo dos puntuaciones de hasta 84 puntos -sobre un máximo de 100-
con las fotografías en blanco y negro de "bous al carrer" en Borriol
y de un concurso de recortadores en la plaza de toros de Castelló, y obtuvo más
de 85 puntos con la obra tomada en Catí.
EL RIESGO DE LA
FOTOGRAFÍA TAURINA
Aficionado confeso del
mundo taurino, Navarro reconoce que el tipo de fotografías con las que ha
ganado este premio, vinculadas al toro, "entrañan cierta
peligrosidad", porque "las fotos no son las mismas si se hacen desde
la barrera".
"Siempre nos
hemos jugado un poco el tipo pisando la arena", confiesa para reconocer
que se ha llevado más de un susto y algún "revolcón".
Con el galardón ya en
su estudio de la calle San Vicente de Burriana, cree que este reconocimiento no
es solo al de un trabajo puntual sino que es además a una trayectoria
profesional de más de 30 años, pese a tener solo 45, ya que recuerda que con 14
años ya acompañaba a su padre a hacer reportajes de boda.
UNA ESTIRPE DE
FOTÓGRAFOS
Es además, asegura, el
reconocimiento al trabajo realizado con diversos avatares por una familia de
fotógrafos. Una saga iniciada por su bisabuelo en 1904, quien fundó el estudio,
y que continuó con su abuelo, su padre y ahora él, y todos compartiendo el
nombre de Manolo Navarro.
Está siendo un buen
año para el fotógrafo, que también ha recibido el título de Maestro Fotógrafo
por parte de la FEPFI, así como el premio Luces de Granada, además de otras
nominaciones que le hacen afrontar el futuro con optimismo.
Seguirá cumpliendo con
algunas de sus pasiones, como la fotografía taurina, o la Pasión de Borriol,
pero también "disfrutando de la fotografía de estudio infantil y de
familia" y con el trabajo de reportero gráfico de prensa o de eventos.
"El fotógrafo
tiene el trabajo más bonito del mundo: preservar los recuerdos de la gente,
convertir en eternos momentos efímeros de la vida cotidiana", proclama.
EFE
Rosabel Tavera
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