Vista general del Centro Penitenciario de Picassent./ EPDA Según los datos disponibles de momento son más de 80 internos los
afectados, en dos brotes diferentes.
El primero de ellos se
inició hace dos semanas, con más internos positivos la semana pasada, y tuvo su origen en el módulo 14 de la Unidad de
Preventivos. A consecuencia del mismo hay
14 casos confirmados.
Todos los internos estaban
vacunados con Janssen e incluso alguno de ellos ya había sufrido la enfermedad anteriormente.
El segundo de esos brotes se
ha confirmado esta misma semana y se inició en
el módulo 9 de la Unidad de Cumplimiento. De momento, hay 69 casos positivos.
La mayor parte de esos internos
también estaban vacunados
con Janssen.
Además, están pendientes
de realizar pruebas
PCR a los internos alojados
en el módulo 8 de la Unidad
de Cumplimiento (que alberga a 122 internos). Estas pruebas se llevarán a cabo en los próximos días, y no se han
podido realizar antes por la
saturación de los servicios sanitarios
Este último módulo alberga a
internos de cierta conflictividad, y es uno de los que presenta un menor porcentaje de vacunación de todo el centro
(en torno al 80%). Están conviviendo en las mismas celdas internos
vacunados y no vacunados.
Hasta el momento no hay
constancia de que ningún trabajador haya resultado contagiado.
Además de todos los casos positivos señalados
anteriormente
hay más de 400 internos
en cuarentena por diversas circunstancias, hasta en 13 módulos diferentes del centro.
Todas estas situaciones
sanitarias están suponiendo una enorme
presión para el funcionamiento regimental diario del centro.
Ha sido
necesario proceder a reabrir módulos que permanecían cerrados por la insuficiencia de personal que sufre
el centro. Departamentos que en algunos casos,
pese a la enorme carga de trabajo que soportan, cuentan con sólo un funcionario de servicio. Cada día es
necesario llamar para acudir a prestar servicios extraordinarios a funcionarios que se encuentran de libranza.
Esta nueva
crisis sanitaria en la prisión de Picassent se produce con sólo 5 médicos en el centro,
cuando debería haber 20. De esos 5 solamente dos son funcionarios de carrera,
otros 2 son contratados temporales y 1 está en prácticas.
Además de que hay un 75%
menos de personal facultativo del que debería
haber, se están implantando
procedimientos organizativos que dificultan aún más la labor que los médicos tienen que desempeñar en el
centro, y suponen una presión extra para ellos.
Se desconoce
cual puede ser el origen de los 2 brotes. Sin embargo, cuando la incidencia tanto a nivel comunitario como
en el centro era muy baja, se reabrió demasiado
el centro al exterior (visitas, permisos…) quizá por un exceso de confianza
en que la vacunación era suficiente para evitar contagios masivos.
Desde nuestro punto de vista, se debería
haber esperado más a ver la efectividad real de la vacunación, con una reapertura progresiva.
Así, a nivel
nacional, nos encontramos con importantes y graves brotes en diversas
prisiones Fontcalent, Algeciras, Alcalá Meco…
Desde la
Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se han puesto de perfil,
dejando toda la responsabilidad en manos de los Directores de los distintos centros penitenciarios.
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