A pesar de los mensajes de "quédate en casa y no salgas a ver la nieve", miles de conductores se han subido a sus coches este domingo para adentrarse en los municipios del interior de la Comunitat Valenciana para ver la nieve dejada por la borrasca Filomena. Así, los equipos de emergencia que trabajan para paliar los efectos de las nevadas del temporal se encuentran ahora con un problema añadido.
Uno de los colapsos más importantes es el que se vive en la A-3. Según fuentes del Centro de Gestión de Tráfico de Valencia, se han llegado a formar colas esta mañana de casi 20 kilómetros. Entre Buñol y Requena. Las retenciones se han extendido desde el kilómetro 297 al 315, según la DGT.
Ante este aluvión de vehículos, la Guardia Civil ha tenido que cortar las carreteras a los visitantes en las salidas de la A-3, obligando a dar la vuelta a muchos de esos conductores irresponsables. Y es que a las 13.30 horas, el atasco en la A-3 había disminuido, pero seguía en torno a los 10 kilómetros.
Problemas similares ha denunciado el 112 en la carretera N-232 en el término de Catí, en Castellón, donde decenas de vehículos de turistas se agolpan aparcados en los laterales de la carretera.