Un coche circula por una avenida de València durante la medianoche del sábado a falta de unos días para que finalice la vigencia del estado de alarma, el 9 de mayo, y las restricciones como el cierre perimetral, la limitación de aforos o el toque de queda necesiten de autorización judicial.
La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha afirmado que la voluntad del Gobierno valenciano es seguir en la misma línea que ha mantenido hasta ahora en cuanto a las restricciones para contener la pandemia, pues, a su juicio, no se puede pasar de un día para otro a estar "sin horarios y sin freno".
De la misma manera se han pronunciado el vicepresidente segundo, Rubén Martínez Dalmau, y el conseller de Economía, Rafael Climent, tras presentar, junto a Oltra, el "Plan Base Viva: Colaboración público-cooperativa hacia barrios sostenibles, resilientes y comunitarios".
Para la vicepresidenta, "por encima de todo está preservar la salud y la vida de las personas", y a partir de ahí, ha dicho, serán los servicios jurídicos los que orienten al Consell sobre la posibilidad de poder mantener el toque de queda sin el paraguas jurídico del estado de alarma, que decae el próximo domingo.
Si eso no fuera posible, ha señalado que el Gobierno valenciano puede adoptar medidas dentro de sus competencias, como podría ser la regulación de horarios y actividades, "que hagan disuasorio que las personas hagamos una desencajonada a partir del día 9 de mayo", ha añadido.
"Eso sería un error. Hemos de seguir aguantando un poco mientras la vacunación avanza", ha defendido Oltra, quien entiende que la ciudadanía está "muy cansada, harta y frustrada", pero cree que no se puede producir "una desencajonada" y perder en dos semanas todo lo ganado estos meses "a fuerza de disciplina".
Sobre si se están estudiando ya las distintas posibilidades, ha señalado que primero debe producirse la reunión interterritorial con el Ministerio, pues no todas las comunidades están igual en cuanto a incidencia del virus.
Por su parte, el vicepresidente segundo ha destacado que la Comunitat Valenciana ha hecho bien los deberes y es la autonomía con menos incidencia acumulada de coronavirus, pero cree que la desescalada "debe ser rigurosa y manteniendo todos los criterios de seguridad para que no se pongan en riesgo la salud y vida de las personas".
En este sentido, ha considerado que es necesario esperar a la reunión interdepartamental del Consell para ver "cuál es la opinión de los expertos" y, conjuntamente, "tomar las decisiones para que esa desescalada, que debe ser prudente, se haga con todas las garantías".
Desde el punto de vista económico, Soler ha afirmado que la desaparición del perimetraje es beneficioso para el PIB de la Comunitat Valenciana, ya que su economía está muy basada en el turismo.
No obstante, ha defendido que se debe seguir "con la cabeza en el sitio, desde la responsabilidad y corresponsabilidad" de todos para evitar "una cuarta o quinta ola" que obliguen a tomar medidas que no les gustaría tomar a ningún miembro del Gobierno valenciano.
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