Ramón Martínez Peiró Objetivo conseguido!
En febrero de 2016 redacté un artículo en el que ponía de
manifiesto la importancia que debía tener la existencia de las Mancomunidades,
ya que son un instrumento administrativo muy próximo a los vecinos de los
pueblos, sobre todo los más pequeños y que permiten gestionar servicios de una
forma más eficaz y sostenible. Por entonces se estaba elaborando la actual Ley
de Mancomunidades (LEY 21/2018, de 16 de octubre, de la Generalitat, de
mancomunidades de la Comunitat Valenciana). Esta apuesta del actual Consell por
potenciar unas asociaciones voluntarias de municipios que se constituyen para
gestionar o ejecutar planes, realizar proyectos y obras o prestar servicios de
su competencia a los ciudadanos, acercándoles la administración y potenciando
un desarrollo social y económico sostenible, equilibrado e igualitario de estos
municipios y sus respectivos territorios ha permitido que su desarrollo y
confianza por parte de la Generalitat vaya en aumento.
Podemos estar contentos de haber conseguido nuestro objetivo en el
Alto Palancia. El pasado 1 de junio en el pleno ordinario de la Mancomunidad se
aprobó por unanimidad la adhesión de Algimia de Almonacid, el único pueblo que
faltaba por formar parte de la Mancomunidad Intermunicipal del Alto Palancia, a
excepción de Segorbe (para los que no lo conozcan, es el municipio más grande
de la comarca, alrededor de 9.000 habitantes y que no tiene problemas de
gestionar servicios por sí solo), ahora la población sobre la que gestionará
servicios la mancomunidad es de 15.000 habitantes aproximadamente. Podemos
estar contentos de haber conseguido nuestro objetivo, volver a estar todos unidos,
los 26 municipios de la comarca más Villanueva de Viver y Fuente la Reina, de
la comarca vecina, pero que desde que se fundó la Mancomunidad en 1993 ya
pertenecieron a ella (aunque durante unos años se produjo una desorganización
de ésta saliéndose varios pueblos).
Pero ahora hay que apostar por el futuro, un futuro lleno de
posibilidades que nos ofrece la ley de mancomunidades. Ahora tenemos que
apostar por conseguir la calificación de mancomunidad de ámbito comarcal para
poder gestionar de manera coral proyectos que nos permitan ofrecer a nuestros
vecinos la calidad de vida que merecen. Para ello es necesario promover
servicios como la gestión de los residuos sólidos urbanos y del ciclo del agua
desde una perspectiva responsable y sostenible, servicios de seguridad,
guardería rural y emergencias, servicios relacionados con la sanidad y el
bienestar social. Potenciar y fomentar actividades culturales, para la
juventud, actividades educativas y deportivas. Conseguir un fomento económico y
desarrollo local de nuestros municipios, involucrar a la ciudadanía en la
participación ciudadana, igualdad, información y comunicación. Innovar en
proyectos de gestión del urbanismo, vivienda y ordenación del territorio y
actuar en la revisión y optimización de las infraestructuras, dotaciones y
equipamientos, todo ello teniendo en cuenta la sostenibilidad medioambiental,
porque no podemos olvidar el lugar en donde nos encontramos, rodeados de dos
parques naturales y un valle que nos singularizan al mismo tiempo que dan un
excelente valor a nuestros pueblos. Es cierto que hay que lamentar la
modificación de la ley de mancomunidades en cuanto a que originalmente permitía
crear cuerpos de policías locales en mancomunidades de municipios, cosa que
"contravenía la doctrina del Tribunal Constitucional" y la
competencia exclusiva estatal prevista en la Constitución, pero debemos seguir
trabajando para conseguir este objetivo tan necesario para los municipios de
menor tamaño que nos vemos desamparados ante esta situación demandada por la
ciudadanía.
También hay que reconocer que además del trabajo realizado en
sumar para conseguir este proyecto, mucho ha tenido que ver la actual LEY
3/2019, de 18 de febrero, de la Generalitat, de Servicios Sociales Inclusivos
de la Comunitat Valenciana, encargada de ordenar y regular los servicios
sociales así como estructurar, planificar y dotar de cobertura legal y
organizativa al Sistema Público Valenciano de Servicios Sociales y a sus
prestaciones garantizadas en el ámbito de la Comunitat Valenciana. También
establecer los mecanismos de planificación, colaboración y coordinación de los
servicios sociales con los otros sistemas y políticas públicas, en garantía de
una atención integral a la persona y delimitar las formas de colaboración entre
las diferentes entidades municipales y supramunicipales y la Generalitat para
garantizar la adecuada financiación económica del Sistema Público Valenciano de
Servicios Sociales.
Paso a paso vamos creando una estructura perfectamente compatible con el
resto de administraciones existentes y que están abocadas a facilitar el día a
día de los pequeños municipios y de sus vecinos. Las mancomunidades, que están
constituidas por las personas que ostentan las alcaldías y concejalías de
municipios cercanos, con identidades y necesidades similares, son quienes mejor
conocen las carencias, demandas y deficiencias de sus pueblos. Lo que
necesitamos es incluir en la elección de los miembros del pleno un factor
proporcional al número de habitantes de los municipios que las integran como
estaba anteriormente para ser un reflejo de la realidad social del momento y no
como está ahora, en la que todos los municipios tienen la misma representación
independientemente de su población. Sea como fuere, larga vida a las
mancomunidades!
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