Imágenes de la serenata. / EPDAOropesa del Mar celebró en la plaza de la iglesia, la tradicional Serenata a la Virgen de la Paciencia, un acto lleno de emoción, simbolismo y participación ciudadana.
La velada comenzó con la solemne entrada del estandarte de la Virgen, acompañado en esta ocasión únicamente por la dolçaina de Mireia Aparici, presidenta de la Colla de Dolçainers i Tabaleters L’Embolic d’Orpesa, en un gesto de recogimiento y respeto que marcó el inicio del homenaje.
La música continuó con la interpretación de hasta tres piezas a cargo de la chelista Irene Iñiguez Ribes, cuya sensibilidad y talento emocionaron al público presente.
El acto prosiguió con las lecturas dedicadas a la patrona por parte de los más jóvenes del municipio: Irene Pastor Camarena (CEIP La Mediterrània), Pablo Martín Martín (CEIP Dean Martí), Martina Fernández y Natalia Alcácer, así como Daniela Alcácer y Sofía Ferrer (todas ellas del IES Torre del Rei), ofrecieron textos cargados de sentimiento y devoción. A continuación, María Ángeles Fuendepié, en representación de la Cofradía Virgen de la Paciencia, también compartió unas palabras con los asistentes.
Entretenimiento
El grupo vocal L’Antina emocionó con sus interpretaciones de Virgen de amor y Canto a Oropesa, dando paso a la lectura de Noa Barreda, en representación de la Sociedad Oropesina de Cultura (SOC).
La danza tradicional también tuvo su espacio con la participación del Grup de Ball i Rondalla de l’Escola de Danses d’Orpesa, que ofreció un repertorio compuesto por Bolero Estela, U d’Aielo, Fandango de Sant Mateu y Marineria d’Orpesa, mostrando la riqueza del folklore local.
Tras los agradecimientos finales, el estandarte regresó a la capilla acompañado nuevamente por la dolçaina de Mireia Aparici y el tabal de Xavi Barreda. La noche concluyó con una emotiva ofrenda floral y una fotografía de familia, que puso el broche de oro a una cita muy especial para todos los oropesinos.
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