Pina de Montalgrao contará con un observatorio astronómico

El observatorio con Pina de Montalgrao al fondo

Algunos municipios de las comarcas del Palancia y Mijares han asumido el reto de las administraciones turísticas para promover proyectos singulares y originales para atraer visitantes y dinamizar el municipio.

Es este el caso de Pina de Montalgrao que para promover las actividades culturales y turísticas, está llevando a cabo la construcción de un observatorio astronómico para que vecinos y visitantes puedan contemplar las diferentes constelaciones y planetas, cuerpos celestes en definitiva que merodean por el universo.

El observatorio se está instalando en la cumbre del monte denominado “Calvario” en las proximidades de la población como a unos 600 metros del casco urbano desde el que resulta divisable.

Este observatorio se haya lejos de cualquier foco de contaminación lumínica y con una amplia visión del firmamento que unido a la altitud de la población a más de 1.1000 ms.n.m hacen de un lugar perfecto para su visualización.

El proyecto está financiado por la Diputación de Castellón a través del Plan Provincial de Obras y Servicios (Inversiones) Castelló Avança y el propio Ayuntamiento de Pina, presidido por Mª Ángeles Murria Belmonte, que también se hará cargo de su gestión, desde el próximo mes de diciembre que se espera entre en funcionamiento.

Según explica el concejal de Pina de Montalgrao, Óscar Clemente, el observatorio, tipo Pulsar de 2’7 m. de altura y 2’7 de diámetro de la cúpula, tendrá un telescopio N200/1000 Explorer 200P EQ5 PRO SynScan GoTo. La construcción, prácticamente finalizada, tiene un acabado en poliéster reforzado de fibra de vidrio, de la más alta calidad y resistente a la intemperie, con sistemas de cierre de alta calidad, diseño sencillo para el automontaje, rotación a motor y persianas de cúpula motorizadas.

Para ello, también se está habilitando el acceso con un sendero, así como rehabilitando una antigua caseta del calvario desde donde antiguamente se realizaba una procesión hasta principios del siglo XX y donde también vecinos se aclamaban para ahuyentar las tormentas.