Marcos Campos. EPDA Según cuenta la tradición Quinto Servilio Cepión pronunció la frase mítica “Roma no paga a traidores” cuando los traidores que habían asesinado a Viriato fueron a reclamar la recompensa de su vil acto.
Leyenda o no, lo cierto es que esa famosa frase se podría aplicar a lo que ocurre con el soterramiento y demás inversiones pendientes de la Generalitat, gobernada ahora por PSPV, Compromís y Podemos, en Burjassot. Y es que se intuye que Ximo Puig no ha olvidado la breve y poco fructífera rebelión del alcalde Rafa García y sus correligionaros sanchistas, en el Congreso regional del PSPV del año 2.017 en el que acabó imponiéndose Puig.
Por aquel motín fallido, Burjassot paga las consecuencias en forma de asfixia y bloqueo de las obras que necesita nuestra ciudad para avanzar y progresar, el caso más sangrante es el de finalizar el proyecto que empezó el Partido Popular del soterramiento de las vías a su paso por el barrio del Empalme.
En 2.011, Rafa García firmó un pacto vergonzoso con Compromís en el que se denunciaba el convenio Generalitat-Ayuntamiento con los protocolos de lo que iba a ser el soterramiento de las vías, sin plantear ninguna alternativa y obstaculizando el final de las obras solo por puro interés partidista de mantener el poder y que no gobernase el Partido Popular que había ganado las elecciones municipales.
Durante esa legislatura, Rafa García no dudaba en coger la pancarta para exigir al PP algo que él mismo había bloqueado para mantener la poltrona pensando en el rédito electoral del asunto aunque eso conllevase mentir y engañar a los vecinos de Burjassot, pero hay que reconocer que los socialistas y la izquierda en general, de gestionar saben bien poco pero en la propaganda y desinformación son los mejores.
Fue llegar la izquierda a gobernar y se acabaron las exigencias de Rafa García a sus compañeros de la Generalitat. Yo pienso que debe haber perdido la pancarta de “soterrament ya” que tanto le gustaba porque lleva 5 años de sumisión y silencio.
La puntilla final a las obras del soterramiento que llevan prometiendo desde 2015 y que según su última mentira iban a empezar el pasado mes de agosto, fue el desafío de García a Puig en la batalla por el control del PSPV. Por eso es reescrito esa famosa frase romana a la que me he referido al principio porque resume lo que ha pasado estos años con el soterramiento, el problema es que las consecuencias de que Ximo Puig no pague a traidores las sufren todos los burjassotenses.
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