El secretario autonómico de Sanidad, Francisco José Ponce, durante la inauguración del EFE Fórum "Los retos de la salud mental" en la Comunidad Valenciana. EFE/Manuel Bruque Se trata de una iniciativa, la de
Elda, que podría ser "reflejo" para otras y que hace "mucho
trabajo en pro de desestigmatizar" a los pacientes psiquiátricos, según
explica el director de la Oficina valenciana de Salud Mental y Adicciones,
Bartolomé Pérez, durante el EFE Fórum "El reto de la salud mental en la
Comunidad Valenciana".
Un foro de la Agencia
EFE promovido por Johnson & Johnson con la colaboración de À Punt, que ha
reunido a expertos en salud mental para abordar un problema que, según el
último informe del Sistema Nacional de Salud, afecta al 37 % de la población
española.
Pérez ha destacado la
de Elda como una iniciativa pionera para "poder llegar a los usuarios
correctamente" y ha explicado que los guardias de seguridad, que
actualmente trabajan en estas unidades y se sitúan en el exterior de las
habitaciones por motivos de seguridad, "no tiene por qué estar en la
puerta", sino disponibles por si pasa algo y que puedan acudir de manera
rápida.
Ha asegurado que hay
que garantizar la seguridad, pero "no es necesaria la presencia en la
puerta del guardia" porque "bastante traumático es ya que haya una
puerta blindada".
El modelo de Elda de
"puertas abiertas" es "el que defendemos", ha explicado el
director, quien ha dicho que entienden que pueda haber resistencias al mismo
pero “hay modelos intermedios”, ha señalado.
Por su parte, Olga
Brotons Girona, jefa de servicio de Psiquiatría del Hospital de Elda, ha
hablado de esta experiencia, que se basa en buscar formas de que el paciente
encuentre la recuperación en un momento en el que se encuentra en fase aguda y
necesita hospitalización psiquiátrica.
El objetivo es dar
esos cuidados de la forma menos coercitiva, de tal forma que se toman medidas
dirigidas a disminuir las restricciones que suelen tener en una planta de
psiquiatría.
Este programa de
puertas abiertas ha ido poniendo el foco en estar "con el paciente"
en lugar de necesitar otros medios para sus cuidados. "No nos hace falta
tanto la puerta sino estar con él, acompañándole e identificando qué
necesita", ha señalado.
Así, ha explicado la
doctora, "le ayudamos también a que él vaya recuperando su propio control,
por ejemplo con técnicas de desescalado cuando se está poniendo mal, habiendo
identificado antes con el paciente el por qué se pone mal y cómo
abordarlo".
Hay, ha agregado,
"muchísimas técnicas dirigidas a que se reduzca el riesgo de que haya
crisis dentro de la unidad", y lo importante es ver qué es lo que
ocasiona, por ejemplo, una agitación psicomotriz que puede hacer necesario el
uso de medicación intramuscular o una contención mecánica.
Realmente, ha dicho,
"una puerta cerrada" es algo que necesitan "muy pocos
pacientes" y "para muy poco tiempo”, a lo mejor “al inicio de un
ingreso cuando no se entienda la situación y se quieran marchar o estén muy
alterados”. Pero la “gran mayoría de los pacientes”, ha explicado Brotons, “no
necesita esas medidas”.
Este modo de proceder,
ha señalado la psiquiatra, “no es algo que nos hemos sacado de la manga, sino
que se lleva a cabo en otros países que tienen estos programas".
¿Y cuál es la clave?
Según la responsable de Psiquiatría, “si puedes prever esas crisis y ayudar al
paciente con nuestros medios y la presencia del acompañamiento y las técnicas
-en las que participan todos, como enfermeras, celadores, psicólogos,
psiquiatras o terapeutas-, no se necesitan otras medidas".
Por su parte, la
doctora Pilar Sierra, psiquiatra en la Unidad de Trastornos Bipolares del
Hospital La Fe de València, ha destacado que en los últimos años se ha hecho
una labor importante en visibilizar los problemas de salud mental, pero no en
desestigmatización, por lo que ha abogado por trabajar en iniciativas como la
de Elda. EFE
Comparte la noticia
Categorías de la noticia